Santa Clara, 21 oct (RHC) Tras varios meses de pruebas, la planta experimental instalada en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV, inició la producción de cemento ecológico de bajo carbono (LC3), una noticia alentadora que abre posibilidades de ampliar la utilización de ese recurso tan demandado en la fabricación de viviendas y de materiales de la construcción.
Fruto de la colaboración entre la casa de altos estudios y la Empresa Geominera del Centro, esta entidad ha fabricado unas 40 toneladas del surtido, hecho a base de clínker, arcilla, carbonato y yeso, manifestó el doctor José Fernando Martirena Hernández, director del Centro de Investigaciones y Desarrollo de Estructuras y Materiales de la UCLV.
En la actualidad, la pequeña unidad fabril, a la que se le han realizado varios ajustes, produce unas cuatro toneladas diarias de LC3, y cuando esté a plenitud de producción, podrá duplicar esa cifra, dijo el reconocido científico villaclareño.
Para ampliar el ensayo experimental a la elaboración industrial del cemento ecológico, se trabaja en la Planta Mecánica Fabric Aguilar Noriega, de Villa Clara, en la fabricación de otros 16 ingenios de ese tipo, señaló Martirena, quien añadió que el primero se encuentra al 90 % de ejecución y será emplazado en el municipio de Remedios.
Entre las ventajas del cemento de bajo carbono –ya se ha producido el LC2, extensor del tradicional– figuran un menor costo de elaboración respecto al conocido P-35, la reducción entre un 20 y un 30 % de las emisiones de CO2 a la atmósfera, y que, con pequeñas inversiones, se pueden duplicar, de manera muy fácil y en las líneas existentes en Cuba, las cantidades actuales del cemento Portland, alcanzando propiedades similares o superiores a este.