Joe Biden
La Habana, 21 ene (RHC) Joe Biden ya ocupa la Casa Blanca como el 46 presidente de Estados Unidos y un considerable número de analista exponen que pocos, éxitos económicos le heredó a Donald Trumo, si es que hay alguno.
El economista estadounidense de la empresa IHS Markit, Joel Prakken asegura que en el período anterior a la pandemia de la Covid-19, en términos de crecimiento y empleo, la economía del norteño país se desempeñó igual o peor que durante la administración de Barack Obama, incluso parecía ligeramente más fuerte que la de otros países ricos.
Pero acotó el experto, 'dentro de poco, la brecha puede ser más notable', opinión que se sustenta en otros que aseguran que Trump encontró en 2017 una buena economía y la dejó hecha un desastre.
Incluso el exjefe del Consejo de Asesores Económicos del presidente saliente hasta agosto de 2019, Casey B. Mulligan, afirmó que 'Trump sabe que recurre a la hipérbole cuando dice que los estadounidenses gozaron bajo su mandato de la mayor economía de la historia del mundo'.
Varios datos confirman los desastres: el Producto Interno Bruto (PIB) creció más lentamente bajo Trump que con ningún otro presidente después de 1945, y si bien en el período 2017-2019 la economía estadounidense se comportó de un modo ligeramente mejor al esperado, la pandemia de la Covid-19 marcará su nefasto legado económico.
Un reciente informe del Bank of America plantea que Estados Unidos ante la pandemia reaccionó tarde y hoy está lejos de la fortaleza económica que tenía antes de la crisis sanitaria, pues solo ha recuperado dos tercios de su PIB y el 56 por ciento de los empleos perdidos desde que azotó la enfermedad.
El banco estima que la recuperación total no se verá hasta el tercer trimestre de 2021 y los datos más recientes apuntan a una segunda caída.
Hasta el 4 de enero, según el Departamento del Trabajo, 1,15 millones de estadounidenses se declararon desempleados, el número más alto desde julio cuando la primera ola de contagios, por lo que Trump es considerado el primer presidente en la historia de su país en dejar su puesto con menos empleos que los que había cuando llegó.
Para Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, recordó que en el primer año de su presidencia bajó impuestos para las grandes corporaciones, lo que fortaleció la economía brevemente en 2018, año en el que emprendió una guerra comercial contra China, Corea del Sur, México y Alemania, a raíz de lo cual las manufacturas, la agricultura, el transporte y otros sectores entraron en recesión.
A ello le siguió la pésima respuesta a la pandemia por lo cual aún padece la economía a pesar del enorme apoyo fiscal que hasta la fecha equivale al 15% del PIB, una cantidad sin precedentes.
Ante tales desastres el presidente electo anunció que pedirá la aprobación de un paquete de 1,9 billones (millón de millones) de dólares para incrementar el gasto en infraestructuras, ayudas monetarias a familias y recursos de salud para combatir las dos crisis de la Covid-19, la sanitaria y la económica.
Otra de sus propuestas es un ambicioso plan de 700 mil millones para reactivar la producción tras la crisis del coronavirus, pra crear empleos y comprar los productos y equipos que el país necesita para modernizar la infraestructura y reponer inventarios e impulsar la investigación y el desarrollo.
Biden también se ha trazado poner fin a las ventajas fiscales de las grandes corporaciones y los más pudientes, para lo cual propone revertir la reforma fiscal de Trump y elevar en siete puntos porcentuales, hasta el 28%, el impuesto sobre sociedades y así sumar mil 400 millones de dólares a la recaudación.
También alimenta las expectativas de ver aliviadas las tensiones comerciales con la Unión Europea y China, y estimular una inversión de unos dos billones de dólares para mejorar la eficiencia de las plantas de energía, los vehículos, el transporte público y los edificios, para que sean menos dependientes de los combustibles fósiles. (Tomado de Prensa Latina)