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La Habana, 25 jun (RHC) Al cierre del actual mes de junio, los trabajadores de la industria tabacalera de la provincia cubana de Pinar del Río, mayor productora de tabaco en el país, concluirán la recolección de la campaña 2020-202 tras sortear dificultades climáticas, las derivadas de la intensificación del bloqueo económico del gobierno de Estados Unidos y la incidencia de la COVID-19.
Ante estas complejidades, los experimentados vegueros pinareños se crecieron y ahora favorecidos por la humedad reinante, impulsan la zafadura, tarea que propiciará acelerar el acopio del tabaco.
Virginio Morales Novo, especialista agrícola del Grupo TABACUBA, dijo que marchan a buen ritmo las actividades de beneficio, la selección y el despalillo de las hojas.
Pese al incremento de la positividad de la COVID-19 en la provincia -precisó- permanecen abiertas 99 escogidas y ocho mini-escogidas, que dan empleo a más de dos mil operarios, quienes siguen al pie de la letra los protocolos sanitarios.
Precisó que hasta la fecha se reporta buen rendimiento de capas -hojas que revisten a los afamados habanos- y a la par avanza la contratación con los cosecheros, de 16 mil 400 hectáreas (ha) de cara a la venidera contienda.
Para los preparativos de esa campaña realizan acciones relacionadas con el mejoramiento de los suelos, como son el tiro de cachaza y de carbonato, fundamentalmente.
Según el experimentado productor Tomás Vega, esas labores resultan muy importantes si se quieren obtener elevados rendimientos, como los logrados tradicionalmente en su finca de Barbacoa, en el municipio de San Luis, integrante del llamado macizo tabacalero.
Sin dejar de zafar las hojas, aprovechando “la blandura” mañanera, a este autotitulado guajiro de pura cepa, le brota el optimismo por los poros, y resguardado ya el fruto del trabajo en la casa de cura, se mantiene muy animado por la lozanía y el buen secado de las hojas, por lo cual afirmó que el esfuerzo bien valió la pena.
Cosechero destacado, supo inculcarle a su familia el amor a la tierra, y esposa, hijos y nietos asumen junto a él cada año las faenas inherentes al principal cultivo de Vueltabajo, mientras orgulloso asegura que, en su finca, el relevo está garantizado.
Y con ese marcado propósito ha trasladado sus conocimientos a quienes continuarán esa tradición, como anteriormente lo hicieran sus predecesores.
La actual campaña -refirió- por diferentes factores resultó difícil, pero cuando la voluntad del hombre se impone no hay tarea que se resista, y aquí está la prueba, indicó señalando la muestra de las hojas apresadas en su mano derecha.
Pinar del Río aporta a la industria del torcido la totalidad de los capotes, tripas y volúmenes de las llamadas capas exportables. (Fuente: ACN)