La Habana, 23 jun (RHC) A 100 millones anuales ascienden los tabacos torcidos manualmente en Cuba destinados a la exportación mediante convenios comerciales entre nuestra nación y otros países del mundo.
Son 300 millones los puros cubanos que en igual etapa se producen para consumo nacional, además de 15 millones de cigarrillos, unido a otros surtidos de tabacos con proceso industrial.
La producción tabacalera cubana tiene amplias posibilidades de desarrollo con la construcción de una fábrica de cigarrillos en la habanera zona especial de Mariel que comenzará su funcionamiento el año 2018 con elaboración de puros destinados a la exportación.
Miguel Vladimir Rodríguez, vicepresidente primero del Grupo Empresarial de Tabaco en Cuba (TABACUBA), expresó que es un proyecto con valor superior a 100 millones de dólares para ampliar la capacidad de cigarrillos de calidad exportable a ocho mil millones con incrementos en etapas posteriores.
Explicó que nacionalmente también se trabaja en ampliaciones productivas de tabacos y cigarrillos como la fábrica de la provincia Holguín, donde se modernizan instalaciones de acuerdo con las demandas internacionales productivas de alta calidad.
Dijo que a esas labores se unen los tabacos producidos mediante máquinas con iguales objetivos de ampliación y modernización de capacidades, aspectos que se concentran para eventual apertura del mercado estadounidense con mayor liberación del comercio en las nuevas relaciones bilaterales.
El grupo empresarial de tabaco de Cuba (TABACUBA) se constituyó en julio del 2000 subordinado al ministerio de agricultura, con el objetivo de incrementar la contribución del sector tabacalero a la economía del país extendido al mercado mundial mediante desempeño eficiente, de calidad, competitivo y sostenible.
Integran el sistema empresarial de TABACUBA 40 empresas estatales, tres mixtas, una sociedad mercantil ciento por ciento cubana y el instituto de investigaciones.
Esta entidad cubana tiene más de 40 mil trabajadores y entre sus principales funciones está la vinculación con las cooperativas agrícolas del país. Por Lorenzo Oquendo/RHC