Panamá, 18 jul (RHC) Los docentes panameños de la enseñanza pública, agrupados en 17 gremios, declararon este lunes una huelga nacional por 72 horas prorrogables hasta que el gobierno respondan positivamente a sus demandas.
El coordinador de la Unión Nacional de Educadores de Panamá, Diógenes Sánchez, advirtió que continuarán las acciones de fuerza a fin de lograr una educación pública, gratuita, obligatoria y de calidad en ese país.
También expresó la dirigente sindical Yadira Pino que el Ejecutivo panameño proyecta multimillonarias obras, en tanto, desestima por cumplir el seis por ciento del Producto Interno Bruto de inversión en la Educación como establece la Ley.
Por otra parte instó el presidente Juan Carlos Varela a los educadores a retornar a las aulas y solicitó a los dirigentes gremiales hasta el 30 de octubre venidero para dialogar sobre la parte económica, a fin de analizar los planes del Estado en los compromisos con otros sectores como la salud y el transporte.
Los maestros de la enseñanza pública panameña anticiparon su ausencia de las aulas porque analizan en asamblea una posible huelga general por desacuerdos con propuestas oficiales, mientras el Gobierno llamó a continuar el diálogo.
"Nunca podemos negarnos al diálogo, pero la propuesta que ellos están haciendo debemos consultarla con todos los gremios que estamos en esta lucha", dijo a Prensa Latina el coordinador de la Unión Nacional de Educadores de Panamá (UNEP), Diógenes Sánchez, al aceptar retornar a la mesa de conversaciones.
No obstante, advirtió que "nuestras acciones de fuerza se mantienen este lunes totalmente" y reiteró: "eso nadie lo levanta", no vamos a "cejar en nuestras aspiraciones por una educación pública, gratuita, obligatoria y de calidad", insistió al tiempo que mostró su desacuerdo con las propuestas oficiales.
Sánchez confirmó la ausencia de los docentes en las aulas este lunes, porque "es un día de batalla y de lucha, y los educadores no asistiremos a nuestros centros escolares", sino -explicó- dedicarán la jornada al análisis de las respuestas del Ejecutivo, y colectivamente decidiremos si vamos o no a la huelga general por 72 horas.
En reiterados llamados a través de su cuenta en la red social Twitter, el presidente panameño, Juan Carlos Varela, pidió a los educadores declinar el paro y "atiendan a sus alumnos con la vocación que conlleva su profesión".
Demandó a los dirigentes gremiales que "los estudiantes sean la prioridad, eviten afectarlos". Por su parte, el Ministerio de Educación (Meduca) recordó que este 18 de julio es un día normal de clases en todo el país y exhortó a los docentes a que acudan a sus puestos de trabajo y atiendan a los estudiantes.
Instó a los padres de familia a que envíen los alumnos a sus respectivos centros escolares.
En un comunicado distribuido a la prensa en las primeras horas de anoche, la "Comisión de Alto Nivel para el fortalecimiento del diálogo con los gremios docentes convocó a la dirigencia este lunes para continuar las conversaciones iniciadas la semana pasada".
El texto recordó palabras del ministro de la Presidencia Álvaro Alemán, quien encabeza el grupo negociador gubernamental, cuando señaló que "el Gobierno ha demostrado total apertura y compromiso hacia el diálogo por lo que a través del Ministerio de Educación se está convocando a la dirigencia a retomar las conversaciones".
No obstante, el mensaje no ofreció nuevas opciones a los docentes, sino que reiteró la tercera propuesta "en la que se establece un ajuste salarial escalonado por los próximos dos años", efectivos el 1 de julio de 2017 e igual fecha de 2018.
"La situación actual es reflejo de la profundización de la crisis que viene afrontando el Estado panameño y de las contradicciones que se producen en el marco de las políticas neoliberales que se han venido implementando post invasión en nuestro país", expresó el Partido del Pueblo en un comunicado de apoyo a la medida de los maestros.
Mientras la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura mostró su desacuerdo y opinó que "mantener el llamado a paro mientras se llevaban negociaciones delicadas entre gremios docentes y autoridades, dista de las acciones que se necesitan para hacer los cambios profundos que el sistema educativo requiere".