Managua, 19 jul (RHC) Nicaragua celebra este martes el aniversario 37 del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, gesta que en 1979 puso fin a la dictadura de la familia Somoza y abrió una etapa de cambios profundos en el país.
La plaza La Fe está lista para acoger a cientos de miles de nicaragüenses y personalidades de diversas partes del mundo, entre los que estará el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, al frente de una delegación compuesta además por la viceministra de Relaciones Exteriores Ana Teresita González, y el embajador de La Habana aquí, Eduardo Martínez, refiere Prensa Latina.
También destacan representaciones de Colombia, Chile, México, Honduras, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Vietnam y Venezuela, entre otras.
Para la ocasión, tanto la referida explanada, así como el Paseo de los Estudiantes y la Avenida de Bolívar a Chávez, principales lugares en que se desarrollarán los festejos, exhiben sus mejores galas y están listos para recibir los centenares de miles de nicaragüenses que ratificarán su respaldo al proyecto que impulsa el gobierno sandinista.
Los festejos comenzarán desde horas tempranas y tendrán su clímax en la tarde con el acto central, encabezado por el presidente Daniel Ortega y la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.
Pantallas gigantes, banderas rojinegras del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y azul y blanca del pabellón nacional, junto con los lumínicos Arboles de la Vida sobresalen en el paisaje de la ciudad.
Para muchos la concurrencia que se espera será un claro mensaje de apoyo a Ortega en las próximas elecciones, por la restitución de derechos sociales, políticos, económicos y culturales que lleva a cabo desde el Gobierno.
El 19 de julio de 1979 el FSLN puso fin a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, el último de esa familia que ocupó el poder, y desde entonces emprendió una serie de cambios trascendentales en el país, como una campaña de alfabetización y una reforma agraria, entre otras acciones revolucionarias.
Sin embargo, tras los efectos devastadores de un cerco económico y la guerra financiada y organizada por Estados Unidos, el FSLN perdió en las elecciones en 1990 ante una coalición que reunió a todas las fuerzas políticas opositoras.
Diecisiete años después, por la vía de las urnas, el Frente retornó al gobierno para iniciar una segunda etapa que muestra cambios sustanciales en todos los órdenes, aplaudidos y reconocidos por diversos países y organismos internacionales.
Actualmente Nicaragua es considerado uno de los países más estables y seguros de la región, al tiempo que está en condiciones de despuntar como una de las economías más importantes de Centroamérica, según sus indicadores.