Beijing, 24 ago (RHC) China, miembro fundador del G20, Grupo de los 20 ha participado en cada paso del grupo y aumentan sus contribuciones al organizar la cumbre 2016 de ese bloque para promover el crecimiento global e impulsar las reformas en la gobernación mundial.
La cumbre venidera que se celebrará en la ciudad de Hangzhou, tendrá lugar en un contexto de creciente incertidumbre en la economía general y de incremento del proteccionismo al comercio y la inversión en la cual el país asiático puede contribuir a reducir el riesgo de conflicto e impulsar el desarrollo económico en el mundo.
También ese foro enfatizará en la promoción de un crecimiento mundial fuerte, sostenible y equilibrado a través de la innovación, la solución de problemas económicos y financieros por medio de las reformas estructurales, y la implementación de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible.
Desde la primera cumbre de líderes del G20 efectuada en 2008 hasta la última el pasado año en Antalya, Turquía realizaron los líderes chinos propuestas constructivas sobre cómo enfrentar las crisis financieras y lograr el crecimiento global sostenido.
En el foro de Antalya, propuso el presidente chino, Si Yinpin, que los miembros del G20 deben tener como prioridades de cooperación el impulsar la innovación, cultivar nuevas áreas de crecimiento y revitalizar el comercio e inversión.
El asesor de seguridad nacional de Japón, Yachi Shotaro, inició una visita a China para efectuar el tercer diálogo político de alto nivel y revisar las relaciones bilaterales entre los dos países.
De acuerdo con el portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Lu Kang, en la cita, en Beijing, ambas partes intercambiarán opiniones sobre los nexos y los principales asuntos de interés común.
En 2014, China y Japón acordaron reanudar gradualmente el diálogo político, diplomático y de seguridad mediante diversos canales multilaterales y bilaterales.
En esa ocasión, ambas naciones pactaron realizar esfuerzos para construir la confianza política mutua, y reconocieron las diferencias que existen entre ellos, relacionadas con las aguas del Mar Oriental de China, por lo cual convinieron establecer mecanismos de gestión de crisis para evitar contingencias.