Madrid, 30 ago (RHC) El líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, se enfrenta este martes al debate de investidura con la certidumbre de que carece de los apoyos necesarios para ser proclamado presidente del Gobierno de España.

Poco más de dos meses después de las elecciones generales del 26 de junio -una repetición de las celebradas el 20 de diciembre de 2015 ante su inconcluso desenlace- Rajoy afrontará este martes la primera jornada de investidura con el respaldo de Ciudadanos (C's) y de Coalición Canaria, informa Prensa Latina.

Un sostén, de momento, insuficiente para sus aspiraciones de permanecer otros cuatro años en el gubernamental Palacio de la Moncloa, en el que lleva más de ocho meses al frente de un Ejecutivo en funciones.

Luego de la sesión de hoy, en la que expondrá un programa pactado con el centroderechista C's, el mandatario saliente se someterá mañana a la confianza del Congreso de los Diputados, donde, a diferencia de épocas anteriores, su agrupación ya no goza de mayoría absoluta.

Hasta ahora, Rajoy apenas cuenta con 170 votos a favor: los 137 del PP, los 32 de Ciudadanos y uno de Coalición Canaria, cifra exigua para superar cualquiera de las dos votaciones que se celebrarán el miércoles y viernes.

Para poder renovar mandato, el dirigente conservador necesita en una primera votación (mañana) el respaldo de la mayoría absoluta de la Cámara baja (176 de sus 350 escaños), o más sufragios a favor que en contra en una segunda vuelta, fijada para el próximo viernes.

Su encuentro de la víspera con Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal de la oposición con 85 bancas en el Congreso, era visto como la última oportunidad para intentar que éste cambiara su 'no' por una abstención en la investidura.

'Si antes teníamos razones para votar en contra de Rajoy, después del acuerdo con Ciudadanos hay aún más', argumentó Sánchez, para quien el pacto entre las dos formaciones de derecha supone un programa de gobierno 'conservador y continuista'.

A su juicio, el trato entre el PP y C's no deroga las lesivas reformas laboral y educativa implementadas por la anterior administración de los conservadores (2011-2015), y aplaza los cambios constitucionales imprescindibles para resolver el conflicto territorial en Cataluña.

A la negativa de los socialistas se sumarán, además, el resto de las formaciones con representación en la Cámara baja, incluida la coalición de izquierda Unidos Podemos -tercera fuerza parlamentaria con 71 escaños- y los partidos nacionalistas vascos y catalanes.

'Seguiré intentándolo ahora, después de la primera votación y, si fuera necesario, después de la segunda', porque el PSOE es el que tiene la llave para desbloquear la situación, aseveró el jefe del Ejecutivo en funciones.

Según su criterio, 'desbloquear no es apoyar, sino permitir algo tan razonable como que haya un gobierno', en obvia referencia al rechazo de la centenaria organización socialdemócrata y del resto de los grupos representados en el Congreso.

Si en poco más de dos meses los principales partidos no logran un acuerdo para gobernar, los españoles serán de nuevo convocados a las urnas (tercera ocasión en un año), esta vez en una fecha tan inédita como el 25 de diciembre, día de Navidad.

Todo ello en medio de un creciente hartazgo de los ciudadanos, molestos ante la incapacidad de su clase política para llegar a consensos y acabar con más de 250 días de parálisis institucional.