N.Unidas, 20 sep (RHC-PL) El presidente sudafricano, Jacob Zuma, pidió a los países ricos abandonar la postura de privilegiar los intereses nacionales por encima de los globales.

El crecimiento económico inclusivo seguirá desafortunadamente como un sueño distante mientras persista semejante escenario, advirtió en la primera jornada del debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, dedicado este año a la implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, adoptada en septiembre de 2015.

De acuerdo con Zuma, urge que la humanidad cierre el abismo que separa a las personas en ricas y pobres y a los países en economías grandes y pequeñas.

'Las desigualdades globales y la exclusión económica se han convertido en una seria amenaza para la paz y la estabilidad globales, y constituyen una bomba de tiempo social para el mundo', afirmó en el debate, previsto aquí hasta el 26 de septiembre.

El presidente de Sudáfrica exigió en la ONU que África y las naciones menos desarrolladas no sean dejadas atrás, como en los anteriores procesos de industrialización.

Al respecto, recordó que la implementación exitosa de la Agenda 2030 pasa por la disponibilidad de recursos.

'Estamos seriamente preocupados por la pérdida de recursos en el continente africano, a partir de los flujos financieros ilícitos (...), que afectan las economías, los servicios básicos, la construcción de infraestructura, la atención médica y el acceso a una educación de calidad', subrayó.

Zuma también se refirió al impacto en el desarrollo de África de fenómenos como el lavado de dinero, la evasión fiscal, la corrupción y el accionar de compañías multinacionales.

Si podemos enfrentar estos flagelos, el continente contará con los recursos necesarios para la implementación de su propia agenda de desarrollo, expuso en la Asamblea General de la ONU, donde más temprano el secretario general Ban Ki-moon presentó el balance anual de la organización.