Brasilia, 27 sep (RHC) Brasil está volviendo a los días del autoritarismo y la arbitrariedad, afirmó aquí José Roberto Batochio, abogado del extitular de Hacienda Antonio Palocci, detenido este lunes como parte de la operación anticorrupción Lava Jato.

No hay necesidad de detener a una persona que tiene residencia fija, fue dos veces ministro y puede dar toda la información si es convocado.

¿Quieren espectáculo?, se preguntó el letrado, para quien el propio nombre dado a la nueva etapa del operativo, Omertá (ley del silencio en el código de honor de la mafia italiana) 'causa indignación'.

Esa designación es peligrosa, sostuvo Batochio y apuntó que tanto él como Palocci tienen apellidos italianos, por lo cual 'es también absolutamente un prejuicio con los descendientes' de esa nacionalidad.

Según argumentó la fiscal de la República Laura Gonsalves Tessler, el exministro de Hacienda intervino de manera 'intensa y reiterada' en la defensa de los intereses de la constructora Odebrecht, una de las más importantes de Brasil, para beneficiarla en contratos con el gobierno.

Eso es una cosa absolutamente vaga y vacía. Para quienes quieren una excusa, es una excusa; pero el hecho es que el ministro de Hacienda debe tener un diálogo con el sector empresarial, con la cadena de producción nacional, para establecer políticas públicas, replicó Batochio, citado por la Agencia Brasil.

Tras consumarse el arresto de Palocci, legisladores del Partido de los Trabajadores (PT) denunciaron que Lava Jato se consolidó como un instrumento del golpe contra la democracia en el país.

Con la detención del exministro, anticipada la semana pasada por el titular de Justicia y afiliado al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Alexandre de Moraes, se confirma claramente además el uso electoral de la Policía Federal (PF), señaló el diputado Afonso Florence.

El líder de la bancada petista significó que el apresamiento de Palocci se produjo a una semana de los comicios municipales y en momentos cuando abundan las denuncias contra políticos del PSDB, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y de otros de la base de apoyo del gobierno golpista de Michel Temer.

Sin embargo, acotó, Lava Jato guarda silencio y no actúa contra los señalados de esas fuerzas, mientras busca criminalizar sin pruebas al PT.

Para la senadora petista Gleisi Hoffmann, actitudes de este tipo demuestran que Brasil pasa por un Estado de excepción.

Nunca en los gobiernos de (los expresidentes) Lula y Dilma Rousseff el Ministerio de Justicia interfirió en los trabajos de la PF y tampoco se divulgaban informaciones privilegiadas de operaciones secretas, remarcó la parlamentaria.

Hoffmann y otros nueve senadores y dos diputados federales interpusieron anoche un recurso ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra De Moraes, en el cual pidieronn la separación cautelar del ministro por considerar que éste violó el secreto profesional al conocer y anticipar el inicio de una nueva fase de Lava Jato.

Esta situación, señalaron los demandantes, requiere adoptar medidas de urgencia, tanto para proteger la necesaria imparcialidad que esa operación exige, como para evitar su explotación indebida con propósitos electorales.