Ramat Gan, Israel, 28 sep (RHC)El expresidente israelí y premio nobel de la Paz, Shimon Peres, falleció en la madrugada de este miércoles a los 93 años, suscitando una ola de homenajes en el mundo en memoria de uno de los padres fundadores del Estado de Israel.
"Con una profunda tristeza, hoy nos despedimos de nuestro padre amado, el noveno presidente de Israel, Shimon Peres", dijo a la prensa entre lágrimas su hijo Chemi, en el hospital Tel Hashomer de Ramat Gran, cerca de Tel Aviv.
Peres falleció en el hospital mientras dormía debido a un accidente vascular cerebral, dijo a la AFP su médico personal y yerno, Rafi Walden. "Nos dejó sin sufrir", agregó más tarde a la prensa. Estaba rodeado de familiares.
Con Shimon Peres desaparece el último superviviente de la generación de los padres fundadores del Estado de Israel y uno de los principales artífices de los acuerdos de Oslo, que sentaron las bases de una autonomía palestina en los años noventa y dieron la esperanza a una resolución del conflicto.
Peres era la única figura todavía en vida de los tres hombres que compartieron el premio Nobel de la Paz en 1994 "por sus esfuerzos en favor de la paz en Oriente Medio", tras la muerte del ex primer ministro israelí Yitzhak Rabin - asesinado en 1995 - y del expresidente palestino Yaser Arafat, en 2004.
Primer ministro en dos ocasiones, de 1984 a 1986 y en 1995-1996, presidente de 2007 a 2014, Peres ocupó durante más de medio siglo de vida pública las carteras de Relaciones Exteriores, Defensa, Información, Transportes e Integración.
Peres, que entró en política a los 25 años gracias al fundador de Israel, David Ben Gurion, fue uno de los arquitectos del programa nuclear de Israel, considerada la única potencia atómica militar de Oriente Medio.
A pesar de los acuerdos de Oslo y de la conversión a la paz de este antiguo halcón laborista, los palestinos tienen una imagen negra del hombre que avaló los primeros asentamientos judíos de Cisjordania ocupada, y era primer ministro cuando la aviación israelí bombardeó el pueblo libanés de Caná, que dejó 106 civiles muertos en abril de 1996.
El expresidente se mantuvo activo con su Centro Peres para la paz, que promueve la coexistencia entre judíos y árabes, en un momento de pesimismo sobre la perspectiva de solucionar el conflicto israelo-palestino.