Beijing, 28 sep (RHC) El primer ministro chino, Li Keqiang, regresó a Beijing tras cumplimentar una gira por América que incluyó su participación en la sesión 71 de la Asamblea General de la ONU y visitas oficiales a Canadá y Cuba.
Durante su visita a la nación caribeña, Li cumplió una agenda que incluyó la firma de 12 acuerdos dirigidos a incrementar la cooperación entre ambas naciones en materia de energía renovable, investigaciones médicas, informática, desarrollo industrial, seguridad aduanera, colaboración bancaria y financiera y protección al medioambiente.
También, se rubricó un memorando de entendimiento para la construcción de una empresa mixta dedicada a la producción de glucómetros, biosensores y otros diagnosticadores, en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Agradecemos al pueblo cubano por su hospitalidad y por aceptarnos durante cuatro años de duras negociaciones para alcanzar el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla FARC-EP, dijo Oscar Rueda, embajador de Colombia en China.
El diplomático resaltó el rol de la Administración y el pueblo de la isla caribeña en el logro de ese consenso, y por haber sido la Habana garante de los diálogos -junto a Noruega- y sede de las conversaciones de paz.
Como saben ayer se rubricó el histórico pacto de paz entre el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el exjefe guerrillero, conocido por su alias Timoshenko o Timoleón Jiménez, Rodrigo Londoño, su nombre real, expresó.
Y digo exjefe porque al alcanzarse el convenio ya no hay guerrilla, comentó Rueda, quien vestía una guayabera blanca como símbolo de la paz y que según explicó, es una prenda devenida traje ceremonial tropical de origen cubano, a cuyo pueblo retribuye gran parte del satisfactorio desenlace de las conversaciones entre representantes gubernamentales y de ese movimiento rebelde.
Explicó que aunque en Colombia aún existen personas que rechazan la firma del acuerdo bajo esas condiciones, se debe valorar las disculpas ofrecidas a las víctimas por el líder insurgente- que en su consideración- puede ayudar a sentar las bases de la confianza en el proceso.
Lo importante no es solo haber rubricado la paz, que es como un cese al fuego, lo importante es lo que viene, son los temas que tenemos que cambiar, en lo que el país tiene debilidades y en los que debemos fortalecernos, reflexionó.
De acuerdo con Rueda, el campo es de las esferas en las que el Gobierno prevé enfocarse una vez que los guerrilleros dejaron de ser un brazo armado y pasarán a un proceso más democrático en el que crearán su partido político y se someterán a elecciones para buscar posiciones de liderazgo.
Es obvio decir que prefiero las palabras a las balas, enfatizó.
De igual modo indicó que el acuerdo de paz en Colombia trae muchos beneficios que van más allá del fin de la violencia y la integración de fuerzas políticas, y "es que para sostener la paz, se necesita más equidad, más desarrollo y más distribución de la riquezas a través de la inversión nacional y extranjera", expuso.
En ese aspecto, comentó el apoyo de la parte china, nación con la que el estado colombiano mantiene desde 2008 un Tratado de Protección Recíproca de Inversiones.
Mínimo registramos unas 50 empresas chinas ya establecidas en Colombia en proyectos de licitación, infraestructura, petrolero y de comunicaciones, detalló.
Otra de las oportunidades que trae consigo el fin de ese dilatado conflicto bélico es la reorientación de fondos que antes eran destinados al frente guerrillero (unos 22 mil millones de pesos colombianos diarios, equivalente a cerca de ocho millones de dólares) en gastos en el ejercito, y que ahora en su mayoría, serán dedicados a la educación, la ciencia, la salud, la justicia, subrayó.
Por último, agradeció el apoyo internacional a los esfuerzos en busca de la paz para ese territorio suramericano y dio la bienvenida a los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) en su reincorporación a la vida civil.