La Habana, 2 oct (RHC) Tras la firma del histórico acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC-EP, queda en manos de la ciudadanía la trascendental decisión de aprobar o rechazar en el plebiscito de este domingo lo concertado.
El pacto encaminado a terminar el largo conflicto entre ambas partes, fue oficializado en Cartagena de Indias en el transcurso de una ceremonia a la que asistieron 16 presidentes, incluido el jefe de Estado anfitrión Juan Manuel Santos, cancilleres y directivos de organismos multilaterales, entre ellos el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Firmado por el ocupante de la Casa de Nariño y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Timoleón Jiménez, contiene consensos en asuntos considerados medulares como la transformación del campo a través de una reforma rural integral y el combate contra el tráfico ilícito de drogas mediante la sustitución paulatina de los sembrados cocaleros por otros plantíos.
Asimismo contempla convenios en torno a cuestiones igualmente cruciales como la reparación de los daños causados a las víctimas de la confrontación, el cese el fuego bilateral y la dejación de armas o desarme de ese movimiento guerrillero.
Luego de la rúbrica del consenso, calificado de memorable por Ban Ki-moon, el siguiente paso en la ruta de la paz será el plebiscito de este domingo, mecanismo obligatorio para comenzar la implementación de lo acordado.
Unos 34 millones de ciudadanos podrán asistir a ese ejercicio democrático, aunque serán necesarios sólo cuatro millones y medio de votos para autentificar o rechazar el resultado de los diálogos en Cuba, los cuales duraron casi cuatro años.
Según las últimas encuestas, ganará la opción del Sí con amplia ventaja sobre el No.
La firma Ipsos asegura que el 66 por ciento de los participantes votará afirmativamente, mientras Cifras y Conceptos predijo que el 62 por ciento apoyará el contenido del documento formalizado el pasado lunes en la caribeña ciudad.
Los pactos tienen suficientes méritos para ser refrendados, consideró el senador Iván Cepeda, uno de los facilitadores de las reuniones con la insurgencia.
No nos dejaremos arrebatar esta victoria, subrayó el congresista.
Pese a la ofensiva emprendida por detractores del proceso pacificador, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe, expertos consideran que la cita de Cartagena aumentó el favoritismo por el voto positivo.
La clave es que será indispensable la aprobación popular para comenzar la fase de ejecución y con ella el camino hacia la construcción de un nuevo horizonte de distensión y reconciliación nacional tras más de medio siglo de guerra interna.
Llegó la hora de decir Sí se puede la paz, insistió Santos en clara alusión al plebiscito cuando los colombianos deberán adoptar, tal vez, la decisión más importante de sus vidas, dijo.
El anhelo es que haya una votación contundente a favor del Sí, es una oportunidad única para recuperar una cultura política tolerante ante la diferencia y la construcción fraterna de una nación que ha sido desangrada y lastimada por la conflagración, comentó el politólogo Héctor Arenas en diálogo con Prensa Latina.