Jerusalén, 19 Oct (AFP) - Miles de judíos se congregaron este miércoles frente al Muro de los Lamentos para celebrar uno de los grandes rituales del año, sólo un día después de que la Unesco aprobara una resolución que niega todo vínculo entre el judaísmo y el mismo.
Decenas de miles participaron a la bendición de los Cohanim, uno de los momentos más importantes de la semana religiosa del Sucot que termina el 25 de octubre. Envueltos en los tradicionales chales blancos de rezo, centenares de miembros de la casta de los Cohanim (plural de Cohen, que significa sacerdote en hebreo) repartieron su bendición a la multitud mientras levantaban los brazos y recitaban partes del cuarto libro de la Biblia.
Hombres y mujeres del mundo entero se acercaron hasta el Muro para estar lo más cerca posible en los espacios reservados para cada uno de los sexos.
Situado en la parte baja de la Explanada de las Mezquitas, el Muro de los Lamentos es el vestigio del segundo templo judío destruido por los romanos en el año 70.
La Explanada del Templo, como la denominan los judeocristianos, es el sitio más sagrado para los judíos pero es también el tercer lugar santo del Islam. Al igual que la ciudad vieja que la rodea, está situada en Jerusalén este, una zona palestina de la ciudad anexada hace décadas por Israel, lo que la ubica en el corazón del conflicto israelo-palestino.
La bendición se produce un día después de la adopción por la Unesco de una resolución sobre Jerusalén este que despertó la polémica en Israel.
El texto, que niega el vínculo entre el Muro de los Lamentos y el judaísmo, fue sometido por los países árabes en nombre de la protección del patrimonio cultural palestino. Los responsables israelíes lo denunciaron casi unánimamente porque de esta manera se niega el vínculo histórico entre los judíos y Jerusalén.
Las bendiciones masivas son una tradición dos veces al año, para Sucot y durante la Pascua. Ayer estuvieron rodeadas por un dispositivo de seguridad reforzado, según la policía. Las autoridades temían atentados palestinos. No se reportó ningún incidente en Jerusalén.