Montevideo, 4 nov (RHC-PL) La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció la campaña contra el líder del Partido de los Trabajadores Luis Inácio Lula da Silva en un intento para desprestigiar su imagen de cara a las elecciones del 2018.

En diálogo con la prensa en la sede del Frente Amplio, donde concluyó sus actividades en la visita a Uruguay, ratificó lo que dicen las encuestas de que Lula es entre todos los candidatos 'quien mayor aprobación tiene'.

Reconoció el 'nivel monstruoso de deconstrucción de la imagen' contra el también exmandatario (2003-2011), sin embargo, admitió que pese a lo sucedido, 'aumentó el número de personas dispuestas a votar por él' y los que creen que está siendo perseguido.

Sobre la compleja realidad que vive su país señaló que una cosa segura es el intento de impedir que Lula vuelva a ser candidato, y se refirió a la 'fragmentación partidaria monumental', existente la cual conduce a la segmentación política.

La exmandataria brasileña consideró que 'Venezuela es muy importante' para el Mercado Común del Sur y elogió la postura asumida por el gobierno de Tabaré Vázquez en el traspaso de la presidencia pro témpore a Caracas, la cual calificó de 'actitud de coraje, íntegra, sabia y vertical'.

Este viernes, Dilma participó en un encuentro con movimientos y organizaciones sociales en la sede de la central sindical PIT-CNT, donde se refirió a las medidas económicas que viene adoptando el presidente Michel Temer y que tienden a perjudicar las capas sociales más humildes.

Al respecto mencionó la venta del patrimonio nacional 'a precio de ganga' y la intención de bajar jubilaciones y pensiones, así como desregular el mercado laboral.

Rousseff denunció que el golpe parlamentario contra ella se dio por factores económicos a fin de reducir los impuestos para los sectores más ricos, disminuir los salarios, privatizar el patrimonio estatal y de esa manera incrementar las ganancias del capital.

Al referirse a su visita a Uruguay, apuntó que eligió empezar su actividad internacional aquí por el ejemplo solidario de sus organizaciones sociales, así como la 'buena vecindad' que la izquierda uruguaya ha mantenido en los momentos más difíciles de Brasil.

Sobre el impeachment a que fue sometida en el Congreso brasileño, Dilma reiteró que no cometió 'crimen político alguno' y fue apartada del cargo, y comentó que el nuevo gobierno no habla de golpe parlamentario porque' el golpista no gusta de ser llamado golpista'.

Alertó que su país está en proceso de implantarse un 'Estado mínimo', que justificaría la reducción de los gastos sociales, algo que 'nosotros jamás hubiéramos hecho' en detrimento de la clase trabajadora.

La exmandataria brasileña fue también declarada Visitante Ilustre de Montevideo, en una ceremonia en la sede del gobierno municipal, donde recibió la condecoración de manos del Intendente, Daniel Martínez.

Al mencionar las razones que motivaron la entrega de la distinción, el funcionario reconoció en la exgobernante a una persona que luchó por los valores y por terminar con la injustica en América Latina y en su país.

Martínez elogió, además, que aún en condiciones de desigualdad Rousseff logró ser la representante de un pueblo como el de Brasil, donde avanzó 'en los grandes números macroeconómicos de la igualdad social y empezar a soñar por la igualdad de oportunidades'.

Es un verdadero honor declarar a Dilma Rousseff Visitante Ilustre, expresó el Intendente.