París, 20 nov (PL) Siete políticos conservadores buscan convertirse en los dos finalistas de las primarias de la derecha en Francia, en una jornada electoral que se desarrolla este diomingo marcada por varias incógnitas.
La primera interrogante que despierta mucha expectación se refiere a quiénes serán los dos vencedores, cuando los sondeos previos auguran un panorama muy apretado entre tres favoritos: Alain Juppé, François Fillon y Nicolás Sarkozy.
Una encuesta divulgada ayer, realizada por Ipsos con una muestra de nueve mil 574 personas, ubicó a Fillon al frente de las intenciones de voto con un 30 por ciento, mientras sus dos contrincantes le siguen de cerca empatados con un 29 por ciento.
Así se constatan las tendencias de los últimos días: el ascenso meteórico de Fillon, la caída de Juppé y el estancamiento de Sarkozy.
La otra incógnita es cuantas personas acudirán a urnas, pues por primera vez en la historia se permitirá el sufragio a todos los ciudadanos inscritos en las listas electorales, sin importar su preferencia política.
De ahí que una parte importante de la campaña estuvo dedicada a promover el voto de las personas, con incesantes informaciones acerca del procedimiento a seguir y los lugares a donde pueden acudir.
Hasta ahora lo que parece más seguro es el rezago de los otros cuatro candidatos a las primarias, quienes quedan por debajo de un 10 por ciento: Bruno Le Maire, Nathalie Kosciusko-Morizet, Jean-François Copé y Jean-Frédéric Poisson.
Los dos vencedores de la jornada de este domingo se enfrentarán dentro de una semana para definir el candidato de la derecha a las elecciones presidenciales de 2017.
El viernes en la noche, los tres favoritos protagonizaron multitudinarios mítines con sus seguidores, actos que cerraron la campaña previa a los sufragios. En la ciudad de Lille, Alain Juppé llamó a movilizarse en aras de ganar más votos.
'No es suficiente con aplaudirme, hay que trabajar, hay que sudar, tenemos que convencer masivamente a aquellos que dudan de ir a votar (...), solo así podremos ganar', afirmó.
Por su parte, Sarkozy escogió la ciudad de Nimes, donde lanzó en agosto su campaña hacia las elecciones.
En su discurso, insistió una vez más en los temas de su programa: restablecimiento de la autoridad, suspensión de la reunificación familiar para los migrantes, lucha contra el islam político, defensa de las clases medias y populares.
De su lado, Fillon decidió reunir a sus simpatizantes en el Palacio de los Congresos de París, y ante la gran afluencia el equipo de campaña debió tomar medidas de última hora.
Además de la sala principal con tres mil 700 capacidades, fue necesario habilitar dos locales más donde retransmitieron la intervención del político.
'Algunos se erigen como el candidato del pueblo. Yo no pretendo nada, el pueblo está aquí', afirmó.