Brasilia, 25 nov (RHC) La crisis política brasileña se agravó luego de que el ex ministro de cultura acusó al presidente, Michel Temer, de tráfico de influencias, mientras la oposición analiza pedir la apertura de un "impeachment".
"En el gobierno cayó como una bomba la acusación del ex ministro de cultura Marcelo Calero que menciona directamente a Temer en su declaración ante la Policía Federal", informó la radio CBN.
"La evaluación hecha en el Planalto (Presidencia) es que el gobierno quedó en una situación difícil" tras revelaciones del ex ministro, que renunció hace una semana, dijo Gerson Camarotti, analista del canal GloboNews.
El primer mandatario convocó a una reunión de emergencia para analizar con sus principales colaboradores la escalada de la crisis.
El diario Folha de San Pablo abrió hoy su edición de papel con una frase del ex ministro de cultura dicha a la Policía Federal, "Sufrí presión de Temer".
El gobernante afronta su peor crisis en seis meses de gobierno durante los cuales ya renunciaron cinco ministros, la mayoría sospechosa de corrupción.
Pero a diferencia de los otros sacudones políticos en éste el propio Temer fue mencionado como presunto cómplice del tráfico de influencias para facilitar la construcción de un edificio de lujo.
La oposición anticipó, a través del senador Lindbergh Farias, del Partido de los Trabajadores, que pedirá la apertura de un "impeachment" contra Temer.
"El presidente usó su cargo para defender intereses privados, eso es un delito de responsabilidad de Estado, la declaración de Calero ante la policía es un escándalo, espero que el Congreso juzgue a Temer", dijo Farias en el Senado.