Moscú, 27 dic (RHC) Investigaciones recientes sobre el avión TU-154, que se estrelló frente a las costas del balneario de Sochi, con 92 personas a bordo, dan cuenta de la existencia de tres cajas registradoras llevadas a un laboratorio de la Fuerza Aérea en la ciudad rusa de Liubertsi.
Aunque el Ministerio de Defensa se abstuvo de comentar el hallazgo, fuentes cercanas a la pesquisa revelaron que un fallo del mecanismo para recoger uno de los alerones inició la cadena de efectos negativos que llevaron al desastre de la nave aérea.
Una fuente militar indicó que una situación como esa era practicada en simuladores, pero las maniobras de los aviadores empeoraron la situación al provocar una suspensión aún mayor de la nariz del avión hasta llevarla a un punto crítico.
Todo ello provocó que el avión perdiera velocidad y en su maniobra para regresar al aeródromo se estrellara en el mar, declaró la fuente citada por la versión digital de Kommersant.
Sin embargo, por el momento ninguna autoridad rusa ofrecerá una versión oficial de los hechos hasta contar con todos los factores.
Además de las cajas negras fueron evacuados tres grandes fragmentos en un área a más de cinco kilómetros de la costa. Uno de ellos era de dos metros de ancho y tres de largo, otro de casi 60 metros de longitud y otro de cinco.
Los expertos encontraron las del aparato aéreo, que cayó en el mar Negro el pasado domingo, dos minutos después de despegar del aeropuerto de Adler con destino a la base aérea de Jmeimim, en la provincia siria de Latakia.
El avión volaba a Jmeimim con 64 miembros del Conjunto Académico Estatal de Canto y Danza del Ejército ruso "A.V. Alexandrov", nueve periodistas, ocho tripulantes e igual número de oficiales, dos funcionarios y la doctora Elizabet Glinka.
Los artistas debían realizar un concierto para los militares rusos de la referida base, mientras Glinka llevaba una nueva carga de ayuda humanitaria para un hospital de Latakia.