Damasco, 3 ene (RHC) Siria y China firmaron un acuerdo para rehabilitar la termoeléctrica de la ciudad de Alepo.

El ministro de la rama, Zuheir Kharboutli, subrayó que el convenio permitirá instalar cuatro grupos de generación en la planta con capacidad de 25 megavatios cada uno.

Actualmente Alepo suministra electricidad a los hospitales e instituciones estatales a través de una línea alternativa por lo que se continúan las obras de mantenimiento.

Entretanto más de 1000 personas abandonaron la zona de Baradá al noroeste de la ciudad siria de Damasco donde se ubican manantiales de agua potable por los fuertes combates con grupos terroristas.

El gobernador de la provincia de Damasco, Alaa Ibrahim, declaró que todos los desplazados retornarán a sus hogares cuando el Ejército sirio recupere totalmente la región.

De acuerdo con fuentes militares, los combates han hecho retroceder a los extremistas, los cuales mantienen aterrorizados a los habitantes de la región de Baradá.

En tanto, los desplazados son alojados en albergues temporales y reciben atención humanitaria hasta que se resuelva la actual situación.

Se divulgó que los grupos terroristas rompieron la tregua decretada desde el pasado 30 de diciembre en 21 ocasiones en menos de 24 horas.

Según las informaciones los ataques se produjeron en zonas de las provincias de Homs, Hama, Latakia y Damasco, con un número aún indetermiando de víctimas pero sí con grandes daños materiales.

El Ejército sirio mantenía contraataques en la región de Baradá, a 30 kilómetros al norte de la capital luego que los extremistas armados, negados a negociar, sabotearon instalaciones de agua potable en Ein Fijer y cortaron el suministro a la capital.

Este martes, unidades militares retomaron diversas aldeas y una base militar que el lunes los terroristas lograron ocupar por varias horas, todo en la zona de Gutta Oriental, al noreste de Damasco.

En los partes se indicó que elementos del grupo Yeish al Islam, presuntamente uno de los firmantes del acuerdo para la tregua mencionada, se retiraron hacia una última línea de defensa cerca de la ciudad de Hazrama, en esa región.

Desde un primer momento, las Fuerzas Armadas habían respetado el cese del fuego decretado pero tuvieron que responder a los ataques terroristas que trataban de retomar posiciones.