Buenos Aires, 7 mar (RHC) Miles de trabajadores argentinos responden a una convocatoria nacional de realizar una huelga en el centro de la capital de Argentina para exigirle al Gobierno suspender los ajustes salariales que negocian los sindicatos.
La protesta, organizada por la principal central obrera del país, la Confederación General del Trabajo (CGT), ocurre mientras la administración de Mauricio Macri hace malabarismos con los recortes en una economía necesitada de crecimiento y las demandas sociales por pérdidas de empleo y caída de salarios.
A solo pocos meses de la celebración de las elecciones legislativas -las cuales podrían marcar el futuro del presidente, según analistas-, la manifestación rompe la cordialidad histórica entre el Gobierno y muchos líderes sindicales, quienes podrían llamar a una huelga general para las próximas semanas.
Los despidos se incrementaron a partir de enero. La pérdida salarial de los trabajadores es muy importante. Esperamos que el Gobierno cambie sus políticas, que hoy están generando más pobreza en Argentina, dijo a la prensa Julio Piumato, uno de los secretarios de la CGT.
Con banderas de partidos de izquierda y de los gremios, las columnas de trabajadores prácticamente paralizaron el tránsito en el centro de la capital argentina cerca del mediodía de este martes.
El Ejecutivo insiste en vincular la protesta a una motivación política, debido a las elecciones legislativas del próximo octubre y en destacar los logros en materia de empleo desde la llegada de Macri a la presidencia en diciembre de 2015, en rechazo de las críticas sindicales.
La convocatoria se produce en medio de una huelga de 48 horas de profesores, que paralizó desde el lunes el inicio de las clases en casi todo el país, y en la víspera del paro internacional de mujeres previsto para el 8 de marzo.
Tras la multitudinaria marcha en defensa de la Educación, las calles de Buenos Aires volvieron a llenarse con una movilización de la Confederación General del Trabajo, que se espera aúne a millares de manifestantes.
La víspera unas 50 mil personas marcharon unidas para defender los reclamos de los maestros, que decidieron parar sus jornadas durante 48 horas en demanda de un salario digno y justo, y este día saldrá otra vez a acompañar a los diversos sindicatos.
La lucha es una sola y con varios reclamos al gobierno de Mauricio Macri: terminar con el ajuste económico, con los despidos y suspensiones desde que asumió el poder, y protestar por el incumplimiento de los empresarios en el pago del bono de fin de año, entre otros.
A la Confederación también se sumarán las dos centrales obreras CTA Y CTA Autónoma, el fuerte sindicato de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) cuyos representantes confluirán frente al Ministerio de Producción, muy cerca de la Plaza de Mayo, para rechazar la caída de la producción industrial y el ingreso de importaciones que afectan al sector.
En esta convocatoria estarán médicos, docentes, transportistas, universitarios, organizaciones sociales y políticas, entre otros sectores, que repudiarán además los llamados tarifazos que no cesan en un país donde cada día vivir se hace mucho más costoso.
"Este es el inicio del plan de lucha para que respeten los compromisos asumidos. Están las pruebas sobre la mesa, no hay tiempo más para diálogo, hay que cumplir, es la única forma que se puede revertir esta situación", apuntó hace pocos días a la prensa Carlos Acuña, uno de los directivos de la Confederación.
Ayer, al tomar la palabra en el acto de los educadores, Acuña fue tajante y lanzó una advertencia: si no se resuelve el problema probablemente habrá un paro nacional a finales de mes de 24 horas.
Tenemos que exigirles a los presidentes que cumplan con los compromisos de campaña porque están haciendo todo al revés de lo que prometieron, enfatizó.