Bogotá, 22 mar (RHC) Al departamento colombiano de La Guajira llegaron los primeros contenedores de la ONU donde depositarán sus armas los guerrilleros de las FARC-EP, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo en fase de desmovilización.
Los integrantes de las FARC-EP permanecen concentrados en 19 zonas y siete puntos transitorios de normalización en los cuales abandonarán el armamento en su poder y se prepararán con vistas a su reintegración en la sociedad del país sudamericano.
Al respecto comentó Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para la Paz en Colombia que se trabaja por cumplimentar el compromiso de las FARC-EP y del Gobierno Nacional con el plazo de 180 días, de manera que las armas sean depositadas en los contenedores, los hombres de esa guerrilla queden inscritos y pasen a la vida civil.
Durante una visita a la localidad de Pondores, en La Guajira, manifestó Jaramillo que los avances en la habilitación de esa zona son significativos y demuestran que pese a los problemas las partes cumplirán lo pactado.
Con anterioridad se divulgó que simpatizantes de las gestiones para terminar el conflicto colombiano celebrarán en abril el Congreso de Paz, en el cual tejerán ideas encaminadas a impulsar la implementación de los pactos firmados con las FARC-EP.
Sectores sociales y políticos afines con el proceso pacificador definen los detalles de la cita de carácter nacional concebida con el objetivo de crear alianzas y perfilar acciones que respalden la ejecución de todo lo consensuado entre el Gobierno y esa guerrilla.
Además persiguen apoyar los diálogos con el igualmente insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN), menos numeroso que las FARC-EP pero también activo hace medio siglo, explicó el comité organizador del Congreso.
Esta necesidad de encontrarse nace debido a los peligros que rondan la actual fase de implementación, amplió la misma fuente a través de las redes sociales.
El pasado 24 de noviembre el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, suscribieron el acuerdo definitivo con el que se comprometieron a acabar los enfrentamientos y hostilidades.
Tal pacto contempla medidas como el cese el fuego bilateral y el desarme de dicha agrupación en 19 zonas y siete puntos transitorios; ese último procedimiento comenzó el 1 de marzo con supervisión de un mecanismo tripartito compuesto por voceros gubernamentales, de ese grupo rebelde y una misión de Naciones Unidas.
Uno de los retos de la presente etapa es concluir la adecuación de los campamentos temporales en los mencionados puntos y zonas donde los guerrilleros permanecerán por varios meses hasta su reintegración en la vida civil, dado los atrasos en la construcción de la infraestructura.
Agilizar la tramitación en el Congreso de las llamadas leyes de la paz es otro de los imperativos a fin de garantizar el éxito del período de postconflicto o posacuerdo, alertaron políticos y analistas.