La Habana, 25 de mar (RHC). Los representantes de los 27 Estados que conforman la Unión Europea han suscrito el documento que refleja los logros, objetivos, prioridades y el futuro de la organización luego de la salida del Reino Unido.
La Declaración de Roma ha sido suscrita este 25 de marzo, exactamente 60 años después de la firma de los Tratados de Roma, dos documentos mediante los cuales Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos dieron origen a la Unión Europea.
“Nuestros padres y abuelos fundaron esta Unión con una visión común: nunca más guerra”, han sido las palabras del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien ha destacado que “esta fuerte convicción ha derrumbado muros, y el trabajo conjunto y no uno en contra de otros, nos hecho más fuertes”.
Además, ha destacado que “los valores de paz, libertad, tolerancia, solidaridad y respeto a la justicia” no han cambiado desde su comienzo. “Ninguna institución o individuo está por encima de la ley”, ha señalado Juncker y subrayó la necesidad de “continuar luchando día a día” por estos principios. “Nuestra democracia, nuestra diversidad y nuestra prensa libre e independiente son los pilares de la fuerza de Europa”, ha asegurado el presidente de la Comisión Europea.
La Unión Europea es el mayor bloque comercial y de libre circulación en el mundo. Integra a 27 países de Europa y reúne a más de 510 millones de habitantes. El próximo 29 de marzo se iniciará el proceso de retirada del Reino Unido de esta organización, después de que los británicos aprobaran el referéndum del ‘Brexit‘.
El periodista y escritor neerlandés, Joost Niemoller, recalca que el escepticismo europeo está en aumento en toda Europa y cree que procesos similares al ‘Brexit’ se “delinean en Francia e Italia, donde probablemente habrá un referéndum” sobre su permanencia en la Unión Europea.
Los europeos deben contener sus disputas y críticas sobre la UE si la Unión quiere sobrevivir, advirtieron sus líderes el sábado en la conmemoración del sexagésimo aniversario de su fundación en Roma mediante la firma de una declaración formal de unidad.
Cuatro días antes de que la primera ministra británica Theresa May, ausente de la ceremonia en la capital italiana, aseste un golpe sin precedentes al crecimiento del bloque presentando los documentos formales de salida de Reino Unido, sus colegas europeos celebraban 60 años de paz y prosperidad y prometieron profundizar en una unidad crispada por crisis regionales y mundiales.
Pero tras días de disputas sobre la redacción de una Declaración de Roma de mil palabras, la inminente confirmación de Brexit y las decenas de miles de manifestantes que se reunían al otro lado del fuerte cordón policial alrededor del palacio de Campidoglio ofrecían un recordatorio más sobrio de los desafíos para mantener el curso común de un bloque de 27 países.
“Nos hemos frenado y esto ha causado una crisis de rechazo por parte de la opinión pública”, dijo su anfitrión, el primer ministro italiano Paolo Gentiloni, aludiendo a la decisión de los británicos de repudiar la UE.
Este dijo que el fracaso en impulsar el proyecto durante una década de recesión económica había alentado el resurgimiento del “nacionalismo intermitente”.
Roma ofreció un nuevo comienzo: “La Unión está reiniciándose … y tiene una visión para los próximos 10 años”, señaló.
Otros, sin embargo, desconfían de tal entusiasmo por la renuncia a una mayor soberanía nacional, y también el de otros de la Unión que quieren avanzar más rápido con la integración.
El gobierno nacionalista de Polonia ha liderado las protestas en contra de una “Europa de varias velocidades”, que teme conceda al antiguo estado comunista un estatus de segunda categoría.