Washington, 27 mar (RHC) El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se refirió a la promesa del presidente Donald Trump, de mudar la embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén vista como una provocación contra Palestina.
Al intervenir por videoconferencia en la reunión anual del Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel, declaró Netanyahu que desea darle pronto la bienvenida a David Friedman, nuevo diplomático de Washington, especialmente en Jerusalén.
De acuerdo con las autoridades palestinas, el traslado de la sede diplomática del país norteño sería una violación del derecho internacional y un enorme revés para las esperanzas de paz.
Por otra parte medios de prensa y analistas estiman que la ejecución de tal objetivo podría desencadenar una ola de disturbios, protestas en las calles y violencia en los territorios palestinos y todo el mundo árabe.
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, transmitió a representantes del Parlamento de Israel (Knesset) la preocupación de este país europeo por el estancamiento del proceso pacificador con Palestina.
Dastis recibió en esta capital a una delegación encabezada por Revital Swid, diputada del partido laborista y presidenta del grupo interparlamentario de Amistad España-Israel en la Knesset, según un comunicado del departamento de Exteriores.
Durante el encuentro, el jefe de la diplomacia española trasladó a sus interlocutores la preocupación de Madrid por la parálisis del proceso de paz entre Israel y Palestina desde hace casi tres años, precisó la nota de prensa.
El canciller subrayó que "la solución de dos Estados es la única fórmula capaz de colmar las legítimas aspiraciones de palestinos e israelíes de vivir en paz y seguridad con sus vecinos, a la que sólo se podrá llegar mediante negociaciones directas entre las partes".
España y la comunidad internacional están dispuestas a colaborar para establecer un clima adecuado para esas negociaciones, agregó el texto.
Además de Swid, la delegación de Tel Aviv estaba integrada por el vicepresidente del parlamento israelí, Yoel Hasson, también laborista; Elie Elaluf, del partido Kulanu; y Yakopv Margi, de la agrupación Shas.