Ankara, 30 mar (RHC) El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, dialogó con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y varios representantes de su ejecutivo para recomponer las relaciones entre ambos países.
Erdogan y Tillerson discutieron en la capital turca cuestiones bilaterales y regionales, donde analizaron las pretensiones de Turquía en el norte de Siria y la solicitud de extradición del clérigo musulmán Fetullah Gülen.
Durante la reunión a puerta cerrada en el complejo presidencial, el primer mandatario turco subrayó la necesidad de trabajar con los actores legítimos en la lucha contra el terrorismo.
Por su parte, Tillerson destacó el papel de la capital turca como aliado de la OTAN desde 1952, y prometió que la administración estadounidense continuaría fortaleciendo los lazos con Turquía.
El secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, visita Turquía en la primera parada de un viaje que lo llevará también a la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas, Bélgica.
En Ankara el jefe de la diplomacia estadounidense se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y otros altos funcionarios del Gobierno, con quienes abordará el enfrentamiento a la organización terrorista Estado Islámico en Siria e Iraq, según adelantó el Departamento de Estado.
El recorrido ocurre luego de que la nación euroasiática pidiera a este país la extradición de Fethullah Gulen, un clérigo que vive en el exilio en Pensilvania y a quien Erdogan acusa de haber dirigido un intento golpe de Estado en 2016.
En respuesta a la solicitud de Ankara, el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) instruyó a las autoridades turcas presentar documentación ante el Departamento de Justicia con pruebas que justifiquen la extradición.
Tal proceso está en curso, pero de acuerdo con James Woolsey, ex consejero de campaña del presidente Donald Trump, el equipo del actual mandatario estaba considerando un paso secreto para entregar al opositor turco.
Después de la estancia en ese país Tillerson se dirigirá a la sede de la OTAN, donde participará mañana en la reunión de ministros de la alianza noratlántica.
Un alto funcionario del Departamento de Estado adelantó esta semana que el titular tendrá como primer punto de su agenda presionar fuerte a los miembros del bloque para que honren el compromiso de aumentar los gastos militares.
Solo cinco países, incluido Estados Unidos, cumplen hasta la fecha con el acuerdo de gastar dos por ciento de su PIB en defensa, propósito que, según lo pactado en 2014, deberá completarse para 2024.
Pero el oficial del Gobierno manifestó que Trump, Tillerson, el secretario de Defensa, James Mattis, y el vicepresidente Mike Pence, están presionando a sus aliados para que lleguen a esa cifra lo más rápido posible.
El jefe de la diplomacia estadounidense no iba a asistir en un primer momento a la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de los 28 países miembros de la OTAN debido a problemas de agenda, pues la cita estaba prevista para los días 5 y 6 de abril.
Finalmente la alianza decidió adelantar el encuentro para el viernes próximo, de modo que se garantice la presencia del representante norteamericano.