La Habana, 20 abril (RHC)- Este sábado miles de personas en Washington y en más de 500 ciudades de todo el mundo en países como México, Costa Rica, Argentina, Chile y España saldrán a las calles para participar en la Marcha por la ciencia, en protesta contra Donald Trump.
El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra para recordar, como apunta Naciones Unidas “que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y el sustento”. Este año, con las manifestaciones científicas convocadas, se convertirá en un enorme evento.
La Marcha por la ciencia es el primer paso de un movimiento global en defensa del papel esencial que juega la ciencia en nuestra salud, nuestra seguridad, nuestra economía y en nuestros Gobiernos”, se lee en la web de los organizadores. “Es hora de ponerse en marcha y marcar la diferencia”, añade la convocatoria. La ciencia es “un pilar de la libertad y el bienestar de la humanidad”.
Detrás del movimiento se encuentra un grupo de científicos que se formó de forma espontánea a principios de año tras la elección del presidente estadounidense, quien se muestra abiertamente crítico con la ciencia. El grupo siguió creciendo y actualmente son más 50.000 personas las que se han ofrecido como voluntarias, indican los organizadores.
Trump se refirió al cambio climático como “invención” y se sabe que en el mejor de los casos ignora a la ciencia y en el peor, la rechaza abiertamente.
El ejemplo a seguir para estas manifestaciones es la “Marcha de las mujeres en Washington” que movilizó a finales de enero a millones de personas en todo el mundo en favor de los derechos de las mujeres y contra Trump. El evento principal de la “Marcha por la ciencia” también tendrá lugar en Washington y pasará junto a la Casa Blanca.
Por supuesto, no solo los científicos están invitados a las protestas, apuntan los organizadores.
Y tampoco hay una norma de etiqueta. ¡Sean creativos! Vístanse como su científico favorito. Si son científicos, vengan con el uniforme de trabajo, con bata, gafas protectoras o estetoscopio. O pónganse un modelo que diga: “Estoy preparado para movilizarme políticamente y enviar un mensaje sobre la necesidad de la ciencia en la política”, explican.
Sin embargo, no todos los científicos apoyan esta iniciativa. Algunos creen que los motivos son demasiado liberales, demasiado de izquierda y anti Trump. La ciencia no debería politizarse, opinan los críticos.
Otros muchos temen que si se expresan muy abiertamente, en el futuro puedan ver restringida su libertad de investigación y su financiación.
“No voy a la manifestación porque en Estados Unidos se ve a la ciencia como un sector de extrema izquierda”, dijo Nathan Gardner, investigador de proteínas en la Universidad de Chicago, en la revista “Nature”. “Creo que podría politizar fácilmente a la ciencia, pues aunque la motivación oficial de la manifestación no es anti Trump, parece que los manifestantes sí lo son”, añadió.
Los organizadores, por el contrario, no creen que haya ninguna alternativa a las manifestaciones. “Ante la alarmante tendencia hacia el descrédito del consenso científico y la restricción de la investigación, debemos preguntarnos: ¿podemos permitirnos no pronunciarnos en defensa de la ciencia?”.
La “Marcha por la ciencia” será solo el principio. “No tenemos previsto parar tras el 22 de abril”, dijo a “The New York Times” la científica Caroline Weinberg, que pertenece al comité de organización de las marchas. “Creo que sería un error que este movimiento y toda esa pasión se esfumaran tras el 22 de abril”.
(Cubadebate)