Brasilia, 15 may (RHC) El presidente no electo de Brasil, Michel Temer, confía en aplicar este mes su polémica reforma de las pensiones para continuar su política económica neoliberal, en medio de una impopularidad histórica.
Apenas un nueve por ciento de la ciudadanía brasileña aprueba la gestión de Temer, como parte de las encuestas que confirman un descontento social sin precedentes, destaca Telesur.
Aunque todavía no hay fecha de votación en el Congreso, desde sectores cercanos al Gobierno de facto aseguran que será aprobada a finales de mayo.
Temer se mostró optimista en conseguir el apoyo de unos 320 diputados, aunque para la iniciativa salir de la Cámara baja para el Senado requiere 308 votos. Sin embargo, fuentes consultadas por Bloomberg indican que aún no tiene el apoyo suficiente.
Para el líder del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) la reforma de los pensionados, al igual que la de los jubilados, garantizan el "futuro" del país.
La iniciativa fue presentada al Legislativo en diciembre pasado y propone los 65 años como edad mínima, tanto para hombres como para mujeres, para acceder a los beneficios de la jubilación, además de imponer la obligatoriedad de cotizar al menos 25 años.
Apoyada por las empresas y los inversores, la propuesta del Ejecutivo brasileño es repudiada por los sindicatos y la gran mayoría de los ciudadanos. Un 71 por ciento de la población rechaza el nuevo sistema de pensiones, revela un sondeo publicado por el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
Un año después del impeachment, ocho de cada diez ciudadanos consideran que Temer hizo menos por Brasil de lo que esperaban.