Brasilia, 9 jun (RHC-PL) Señalado con frecuencia en los medios por su desembarazada relación con Michel Temer, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Gilmar Mendes, salvó con su voto el mandato del inquilino del Palacio de Planalto.
No quedó comprobado que los ilícitos relatados (abuso de poder económico y político) incidieron en las elecciones presidenciales de 2014, apreció el magistrado antes de declarar improcedente el pedido de casación del mandato de la fórmula ganadora entonces e integrada por Dilma Rousseff y Temer.
Obviando que la presidenta constitucional electa por más de 54 millones de brasileños fue depuesta el pasado año mediante un golpe de Estado parlamentario-judicial, Mendes aludió en reiteradas oportunidades a la necesidad de actuar con responsabilidad porque 'es la soberanía popular -dijo- lo que está en juego'.
No se sustituye a un Presidente de la República a toda hora, manifestó, aunque a renglón seguido reconoció que en Brasil 'quien no tiene acuerdo con el parlamento cae; esa es la realidad'.
El voto de Mendes fue el cuarto y decisivo a favor de la exoneración de culpas de Temer y acompañó a los que emitieron antes Napoleón Nunes Maia, Admar Gonzaga y Tarcisio Vieira, los dos útimos ascendidos hace solo semanas al TSE por el propio mandatario.
En su parecer, el relator del caso, Hermann Benjamin, insistió en que la fórmula ganadora en las presidenciales de 2014 incurrió en abuso continuado de poder económico y político, y afirmó que la prueba documental que lo confirma es vasta.
Hoy, cuando ya todo indicaba que la mayoría de sus pares votarían contra la casación del mandato de Temer, Benjamin advirtió que se negaba 'a desempeñar el papel de sepulturero de la prueba viva. Puedo hasta participar en el velorio, pero no cargo con el ataúd', sostuvo.
Los dos integrantes del TSE que respaldaron al relator fueron Luis Fux, quien puso de relieve que la sociedad brasileña vive un verdadero descrédito de las instituciones y apreció que 'la hora del rescate es ahora', y Rosa Weber, que mencionó a la corrupción y la ilegalidad como hijas de un sistema político fallido que ya no se sustenta.
En un comentario publicado hoy, Jefferson Miola, del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea), llamó a Gilmar Mendes el puesto Ipiranga (según la publicidad, un lugar donde se consigue todo a cualquier hora) de Temer y del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del senador apartado Aecio Neves.
'El es, en algunos momentos, un simulacro de juez del STF (Supremo Tribunal Federal) y del TSE, y la mayor parte del tiempo, un militante partidista que hace todo
por el PSDB', remarcó.
Miola subrayó además que el papel de Gilmar en el fraude de juzgamiento realizado en el TSE para salvar a Temer es, 'bajo cualquier perspectiva, repugnante, y encierra uno de los momentos más deplorables de la historia moderna brasileña'.