Brasilia, 26 jun (RHC) El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva mantiene una ventaja de cerca de 14 puntos porcentuales sobre los posibles candidatos para las elecciones brasileñas de 2018.
De acuerdo con una encuesta, en los cinco escenarios concebidos con la participación del líder del Partido de los Trabajadores, su triunfo en primera vuelta sería con 29 y 30 por ciento de los votos y en la mayoría de los casos escoltado por la ambientalista Marina Silva y Jair Bolsonaro del Partido Social Cristiano.
Si la contienda en las urnas involucrara como candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña al gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, Lula obtendría 30 por ciento de respaldo, por 16 por ciento Bolsonaro y 15 Marina Silva.
Según un sondeo realizado en diciembre de 2015, la intención de voto en Lula creció desde esa fecha hasta la actualidad en ocho puntos porcentuales y Marina Silva, que en aquella ocasión lideraba, perdió nueve puntos.
Hundido en una profunda crisis política, Michel Temer enfrenta a partir de hoy una semana que pudiera resultar decisiva para su supervivencia en el Palacio de Planalto, que ocupa tras el golpe parlamentario-judicial contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff.
Mientras el procurador general de la República de Brasil (PGR), Rodrigo Janot, presentó la primera de las acusaciones sobre los delitos por los cuales el Supremo Tribunal Federal (STF) autorizó investigar a Temer: corrupción pasiva.
Los otros dos son obstrucción de la justicia y asociación delictiva.
El jueves último, el ministro de la Suprema Corte Edson Fachin envió a la PGR copia de la indagación policial contra el gobernante, con lo cual comenzó a contar el plazo legal de cinco días para que fuera presentada, o no, la acusación.
Fachin dispuso asimismo que la Polícia Federal concluyera su informe final sobre las pericias de una comprometedora grabación entre Temer y el propietario del frigorífico JBS Joesley Batista, realizada por este último en marzo pasado en la residencia oficial del Palacio de Jaburu.
Un día después peritos de la PF confirmaron que el audio -en el cual Temer avalaba comprar el silencio del ex líder parlamentario Eduardo Cunha- sufriera algún tipo de edición y alegaron que las interrupciones detectadas eran 'naturales'.
Cunha fue condenado a más de 15 años de prisión en el ámbito de la operación anticorrupción Lava Jato.
Sin embargo, la denuncia inicial debe sustentarse en las estrechas relaciones entre el gobernante y su ex asesor especial y ex diputado federal Rodrigo Rocha Loures, también delatado por Batista.
Rocha Lourdes fue filmado cuando recibía una maleta con medio millón de reales como parte del pago de un soborno de la JBS y posteriormente preso.
De acuerdo con el portal de noticias UOL, Temer se reunió la víspera con siete de sus ministros y un grupo de parlamentarios para diseñar la estrategia a seguir contra la(s) denuncia(s) de Janot, que antes de ser elevadas al STF requieren inicialmente la aprobación de la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados.
La idea de Planalto es lograr que la acusación no llegue a ser aprobada siquiera por ese colegiado en el cual, según citó la propia fuente, un quinto de sus 66 integrantes fueron mencionados en las delaciones de ex ejecutivos de la empresa Odebrecht, uno de los blancos principales de la operación Lava Jato, y de la JBS.
Temer, por añadidura, enfrentará el vendaval con el más bajo índice de aprobación (siete por ciento) de un presidente brasileño en los últimos 28 años y con el 83 por ciento de sus coterráneos convencidos de su participación en los escándalos de corrupción delatados por Batista, según reveló una encuesta del Instituto Datafolha.
El propio muestreo indicó que el 76 por ciento de los encuestados pide la renuncia de Temer, el 65 por ciento considera que lo mejor para Brasil sería su salida inmediata de la Presidencia y el 81 por ciento cree que el Congreso debe iniciar un proceso de impeachment contra él para casarle el mandato.