Damasco, 29 jun (RHC) Medios de prensa divulgaron que unidades del regimiento Al Taha, de las fuerzas especiales sirias, arrebataron el control del importante pozo petrolero Dreihem al Estado Islámico, Dáesh en árabe.
La agencia Prensa Latina informó que tras intensos combates en los que cayeron al menos 40 soldados sirios y más de un centenar de extremistas armados, se logró alcanzar el área, ubicada cerca de la llamada colina Syriatel, a un costado de la carretera entre la ciudad de Hama y Raqqa,en el noreste del país.
Los enfrentamientos, ininterrumpidos desde hace más de una semana, son favorables a las Fuerzas Armadas sirias, las cuales reciben el apoyo de la aviación nacional y de Rusia,indicaron las fuentes.
Estos avances permiten la creación en el terreno de combate para que estas unidades puedan unirse a las que avanzan desde el sur hacia la región de Raqqa, la que fue hasta la fecha, 'capital' del Dáesh.
Por su parte, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, advirtió a Estados Unidos sobre la necesidad de evitar pretextos como el uso de armas químicas para justificar un ataque a las tropas sirias.
Lavrov señaló que después de conocer las filtraciones a la prensa estadounidense de su conversación con el secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, decidió aclarar aspectos como la información que le transmitió sobre Siria.
Tillerson, reveló, se refirió a informes de inteligencia sobre el supuesto propósito de Damasco de emplear armas químicas, todo ello, pese a que Estados Unidos participó junto a Rusia y otros países occidentales en el proceso de certificación sobre la eliminación de todo su arsenal químico.
El jefe de la diplomacia rusa recordó que Rusia aún espera por una investigación real de lo ocurrido el pasado 4 de abril en la localidad de Jan-Sheijun, en la provincia siria de Homs, donde supuestamente se produjo un ataque químico.
Washington lanzó misiles contra la base siria de Al Shaira bajo el pretexto de que desde allí partieron aviones sirios para realizar el presunto bombardeo.
Sin embargo, señaló Lavrov, Estados Unidos rechazó una pesquisa de la base aérea por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) tanto en la citada base como en la localidad donde supuestamente se produjo la agresión.
Ahora se preparan nuevos pretextos, sin siquiera demostrar si existió en realidad un anterior ataque o si todo se basó en testimonios de organizaciones como los llamados Cascos Blancos, especializados en fabricar noticias falsas sobre desmanes de las tropas gubernamentales en Siria, acotó.
En su momento, el propio Tillerson me solicitó cooperación para que Siria accediera a una inspección de la OPAQ en la mencionada base siria, pero una vez que Damasco aceptó tal posibilidad, Washington cambió sus argumentos y me indicaron que eso se haría si esa entidad internacional lo requería, recordó el diplomático ruso.
Pero, increíblemente, la OPAQ, creada para investigar cualquier empleo de armas químicas, se negó a enviar inspectores tanto a la base aérea siria como al lugar de los hechos, donde alegó la ausencia de condiciones de seguridad para el trabajo de su personal, comentó.
Nosotros ya ni siquiera reaccionamos ante los argumentos para buscar una nueva justificación relacionada con el posible uso de armas químicas para atacar a Siria porque eso recuerda prácticas de un pasado cercano, como ocurrió en 2003 con el entonces secretario de Estado Colin Powell, afirmó Lavrov.