Santiago de Chile, 13 jul (RHC) El dos veces candidato presidencial en Chile, Marco Enríquez-Ominami, dijo que espera pasar a segunda vuelta y disputar el sillón del Palacio de La Moneda al derechista Sebastián Piñera.
Figura emblemática del Partido Progresista (PRO), hijo del asesinado líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, advirtió que pese al bajo perfil en los medios chilenos, confía en dar la sorpresa.
En un encuentro con la prensa extranjera, Enríquez-Ominami admitió que el 53 por ciento de los chilenos ni siquiera saben que ya es oficialmente candidato presidencial y que encuestas consultadas señalan que tiene una oportunidad con desafíos.
Al responder a preguntas de Prensa Latina, valoró que las primarias de la derecha efectuadas recientemente fueron exitosas para la derecha del exgobernante Piñera, a quien calificó sin dudas como el principal contendiente de los comicios de noviembre.
Sin embargo, expresó que realiza con su equipo de campaña acciones para lograr 'ser visibilizado' por los medios locales, junto con declararse listo para debates con la terna de la centroizquierda.
'Espero tener la ocasión de debatir ideas con los senadores Alejandro Guillier (carta de la coalición Nueva Mayoría) y Carolina Goic (Democracia Cristiana) y con Beatriz Sánchez (aspirante por el Frente Amplio)', apostilló.
Sobre otro tema de interés de Prensa Latina, Enríquez-Ominami, de 44 años de edad, subrayó que cambiaría sustancialmente la política exterior de Chile si logra acceder a la presidencia de la República. 'En el caso de Venezuela acompañaría a ese país en su difícil proceso del momento, respetando la democracia existente. Porque mi deseo es trabajar por promover la integración e intereses de los pueblos de América Latina', argumentó.
No podemos olvidar que Venezuela tiene el petróleo que necesita consumir Estados Unidos en los próximos 100 años, y que es poseedor del 60 por ciento de las reservas petroleras del mundo.
Nadie, sin embargo, cuestiona al régimen de Arabia Saudita, enfatizó.
Respecto a Bolivia, opinó que lo más relevante es trabajar para que haya cumbres entre los presidentes de ese país, Perú y Chile, en favor de intensificar las relaciones en todos los terrenos.
'Yo he conversado con Evo Morales y le he dicho que no estoy de acuerdo con su demanda en La Haya y que debería retirarla, como mismo Chile debe hacer con suya, pero en mi política exterior, nuestras dos naciones deberían hablar diariamente', anotó.
Somos países hermanos y en esa frontera común donde hubo incidentes recientes, infantiles porque es difícil saber donde están los límites, lo que debería predominar es la colaboración constante y permanente, acotó.
De todas formas, Enríquez-Ominami, quien aprovechó para anunciar en dos meses dos documentales e igual cantidad de libros sobre política, consideró positivo el legado de la presidenta Michelle Bachelet y sus intentos de introducir reformas.
Lamentablemente las cosas no salieron todas y de muchas cosas discrepo, pero me pronuncio por la unidad de la centroizquierda y acerca de esto hemos iniciado conversaciones, comentó.
Detalló que sus proyecciones estarán enfocadas en la responsabilidad política; contar con listas parlamentarias; y dialogar con los otros candidatos de la centroizquierda, al tiempo que buscaría un nombre si surge una nueva coalición.
Ante otra inquietud de Prensa Latina, defendió el estrechamiento de nexos de Chile con Argentina, a pesar de las distancias ideológicas entre Bachelet y Mauricio Macri, porque se trata de algo pragmático.
Compartimos cuatro mil kilómetros de fronteras comunes, hay muchos turistas argentinos viniendo a Chile, y tenemos muchos chilenos viviendo en Argentina, así que es inteligente fortalecer las relaciones, completó.