Buenos Aires, 31 jul (RHC) La mayor procesadora de carne del mundo, la empresa brasileña JBS entregó más de 350 millones de dólares en sobornos entre el 2006 y el 2017, incluyendo pagos al actual gobernante Michel Temer y a otros cercanos a él, así como a varios ministros y políticos, reveló la revista brasileña Época.
El reporte se conoce cuando Temer busca el apoyo de la cámara baja, antes de una votación el próximo miércoles en la que los diputados decidirán si autorizan al Supremo Tribunal Federal a revisar la denuncia de fiscales contra el primer mandatario no electo por crímenes de corrupción.
Según Época, JBS entregará a los fiscales pruebas de los crímenes narrados en los acuerdos de delación compensada de varios ejecutivos de la empresa, la mayor procesadora de carne vacuna del mundo.
Los documentos probarían que JBS entregó 21.7 millones de reales “a petición de Michel Temer para aliados políticos y amigos en campañas electorales fuera de estas” y que al presidente le habrían dado 2.2 millones de reales con facturas falsas y 9 millones de reales en donaciones oficiales, según la revista.
El reportaje asegura, además, que el coronel João Baptista Lima, amigo del presidente, también habría recibido un pago de 1 millón de reales en especies en septiembre del 2014, que según JBS debían llegar hasta Temer.
El texto menciona que cinco ministros del gobierno habrían recibido un total de 46.7 millones de reales en sobornos de JBS: Gilberto Kassab de Ciencia y Tecnología; Fernando Coelho Filho de Minas y Energía; Bruno Araújo de Ciudades; Helder Barbalho de Integración Nacional; y Marcos Pereira de Desarrollo, Industria y Comercio.
La lista de quienes recibieron fondos de JBS también incluiría a gobernadores, senadores y diputados, entre ellos el presidente del Senado, Eunício Oliveira, según la revista.
Consultados sobre el reportaje, los políticos negaron las acusaciones. Temer dijo en una nota a la revista que “jamás ordenó (…) el pago a quienquiera que sea”, y afirmó que los cargos en su contra en la delación de los ejecutivos de JBS son “una obra de ficción”.