Nueva York, 10 sept, (ansa).- Casi 20.000 niños y adolescentes fueron afectados por los efectos del huracán Irma en las islas caribeñas orientales, en especial Barbuda y Anguilla, informó Unicef.
La organización de la ONU para la infancia 'está movilizando una respuesta urgente para ir al encuentro de las necesidades de los niños, preparándose para la llegada del huracán José', informó en un comunicado.
'Estamos todavía lejos de tener un marco completo del alcance de los daños en toda la región', dijo Khin-Sandi Lwin, representante de Unicef para el Caribe oriental.
'Los niños y las familias que en muchos casos perdieron la casa y vieron sus comunidades destruidas, se encuentran ahora frente a una segunda poderosa tormenta', agregó.
'Nuestra prioridad es garantizar que estén seguros y tengan lo que necesitan antes de la llegada de José. Sin un aprovisionamiento hídrico seguro, las enfermedades causadas por el agua son un riesgo enorme', alertó Lwin.
El gobierno de Antigua y Barbuda declaró el estado de emergencia en Barbuda con 1.600 residentes de la isla, entre ellos 750 niños, evacuados a Antigua antes del arribo de José.
En Barbuda no hay luz ni agua, mientras la única escuela de la isla está destruida.
La oficina de Unicef en Antigua preparó la ayuda humanitaria.
También es preocupante, dijo Khin-Sandi Lwin, la situación del resto de la región, donde 4.800 niños fueron golpeados por el huracán en Anguilla, 9.500 en las Islas Vírgenes, cerca de 1.000 en Turks y Caicos.
'Las prioridades de Unicef son la provisión de agua potable a las comunidades golpeadas, el apoyo psicosocial a los niños y sus familias, además del restablecimiento de la educación', añadió.