Londres, 15 sep (RHC) Las autoridades británicas se mostraron enfurecidas por declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, relacionadas con el ataque terrorista en el metro de Londres.
A través de la red social Twitter, Trump utilizó el ataque para promover sus políticas como la prohibición de entrada al país a los ciudadanos de países de mayoría musulmana, e insinuó que los funcionarios de Scotland Yard (la Policía Metropolitana de Londres) habían fracasado.
Con posterioridad, declaró ante los reporteros en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca que Estados Unidos ha de ser “muy inteligente” y “muy, muy duro”.
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, y otros funcionarios expresaron su malestar y consideraron inútil que se especule sobre una investigación en curso.