Brasilia, 18 sep (PL) La nueva fiscal general de Brasil y primera mujer en ocupar ese cargo, Raquel Dodge, se comprometió este lunes a reforzar el combate a la corrupción, así como a defender los derechos humanos, constitucionales y medioambientales.
Al tomar posesión esta mañana como titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Dodge citó palabras del papa Francisco al señalar que la corrupción “no es un acto, sino una condición, un estado personal y social en el cual la persona se habitúa a vivir”.
La nueva jefa del Ministerio Público Federal destacó la importancia de mantener la armonía entre las instituciones de la República como requisito para mantener la estabilidad de la nación, e insistió en que la sociedad se preocupa con el futuro y no tolera más corrupción, por eso acompaña las investigaciones y exige resultados”.
En otro tramo de su breve discurso, manifestó tener la certeza que cabe al Ministerio Público promover la justicia, defender la democracia, velar por el bien común y por el medio ambiente, asegurar voz a quien no la tiene y garantizar que nadie esté por encima, pero tampoco por debajo de la ley.
“Velar por el bien común es una tarea necesaria que exige coraje, pues el país pasa por un momento de depuración”, remarcó antes de catalogar como fundamentales el combate a la violencia, las fallas en la educación y el sistema de salud, por la dignidad humana y el derecho de los indios y minorías, y por la limpieza del sistema electoral.
Para muchos brasileños, reconoció, la situación continúa difícil, pues están expuestos a la violencia y la inseguridad, reciben servicios públicos precarios, pagan impuestos elevados, encuentran obstáculos en el acceso a la justicia, sufren los efectos de la corrupción y, más aún, desean un futuro de prosperidad y paz social.
Dodge fue investida del cargo por el presidente Michel Temer, quien enfrenta dos denuncias presentadas ante el Supremo Tribunal Federal (STF) por el ex procurador general Rodrigo Janot, quien no concurrió a la ceremonia de traspaso de mando.
La primera acusación por corrupción pasiva fue presentada en junio último, pero el plenario de la Cámara de diputados resolvió detener el proceso y archivarla por considerar que no era el momento político adecuado para que la Suprema Corte juzgara al gobernante.
Janot presentó la semana pasada otra denuncia contra Temer por asociación delictiva y obstrucción de la justicia, que está en manos del ministro del STF Edson Fachin y se prevé sea enviada a la Cámara después que el plenario de la Corte resuelva un recurso presentado por la defensa de Temer precisamente previendo esa acusación.