Naciones Unidas, 29 sep (RHC) La Unicef, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, anunció que prevé establecer más de 1000 escuelas nuevas para los niños refugiados de la etnia rohingyá, en Bangladesh, quienes huyeron junto a sus familiares de Myanmar.
De acuerdo con el representante de Unicef en Bangladesh, Edouard Beigbeder, las nuevas instituciones beneficiarán a 200 000 menores de edad para que los infantes sometidos a tanto sufrimiento tengan la posibilidad de estudiar.
Los centros de enseñanza de Unicef para los refugiados que huyeron de Myanmar garantizan educación temprana a niños para ofrecerles una sensación de vida normal y dotarlos de la posibilidad de un futuro mejor.
La Cruz Roja de Japón ofrece asistencia médica a refugiados de la etnia rohinyá en Bangladesh, donde sobreviven expuestos a condiciones propicias para la propagación de epidemias.
La cadena estatal NHK divulga que 10 especialistas laboran en los asentamientos de la sureña localidad de Cox's Bazar, próximo a la frontera con Myanmar, donde atendieron a varios miembros de esa minoría musulmana por síntomas de diarrea y fiebre.
Autoridades de esa organización tienen previsto permanecer allí durante los próximos cuatro meses, con reemplazos periódicos del personal en servicio.
Un reciente informe de Naciones Unidas indicó que al menos 470 000 refugiados rohingyás necesitan ayuda humanitaria ante las condiciones precarias de los campamentos.
De ellos, más de la mitad se aloja en asentamientos irregulares, 88 000 en comunidades de acogida y unos 148 mil viven en campamentos construidos en éxodos anteriores.
Dichas instalaciones están superpobladas tras la reciente oleada de emigrantes y apenas cuentan con las condiciones indispensables para ser habitados.