Moscú, 3 oct (RHC) El Ministerio ruso de Defensa (Mindef) desmintió informaciones de medios de prensa del mundo que se hacen eco sobre el supuesto secuestro de sus militares en la provincia siria de Deir-Ezzor o en alguna otra región del país levantino.
Artículos publicados en la prensa occidental señalaron que el grupo terrorista Estado Islámico (EI) secuestró al menos dos uniformados rusos en la ciudad de Deir-Ezzor, donde la aviación de este potencia apoya a las tropas sirias en su ofensiva en esa ciudad. La semana pasada, el Mindef también desmintió un supuesto secuestro de militares en la localidad de Esh-Shula.
El gobierno sirio logró desbloquear el 5 de septiembre a la ciudad de Deir-Ezzor, asediada por el EI durante los últimos tres años y medio.
Las tropas gubernamentales buscan recuperar la orilla oriental del río Éufrates, que atraviesa Deir-Ezzor y donde se encuentra el EI y el llamado Ejército Democrático Sirio (EDS).
Occidente considera al EDS, integrado en su mayoría por kurdos, como parte de la oposición moderada, pero el mando ruso mostró pruebas de su cooperación con el EI, con la complicidad de las fuerzas estadounidenses.
Desde el 30 de septiembre de 2015, Rusia participa con su aviación de combate contra formaciones terroristas en territorio sirio a petición de Damasco, contrario a Estados Unidos que, sin el visto bueno sirio, dirige una coalición occidental con el anunciado propósito de combatir al EI.
Mientras unidades del ejército sirio y sus aliados retomaron el control de 10 puntos fronterizos con Jordania, en el sureste de la provincia de Damasco-campo.
Según fuentes militares, los uniformados sirios ocuparon las guarniciones de los límites territoriales con el vecino país tras fuertes combates contra grupos terroristas, apoyados por la Coalición Internacional encabezada por Estados Unidos.
La toma de esos puntos ocurre dos días después que las tropas gubernamentales sirias volvieran a controlar un extenso territorio en la propia frontera con Jordania.
Por otro lado, el ejército avanzó 20 kilómetros en el desierto de la provincia de Damasco-campo y controló cuatro nuevos poblados y granjas.
Mediante sus acciones militares, las fuerzas leales a Damasco destruyeron varios vehículos de combate y se apoderaron de otros, en medio de una fuga masiva de los terroristas hacia la base de Al-Tanf en la frontera con Iraq.