Sochi, Rusia, 19 oct (RHC) Jóvenes del mundo unieron sus voces para convocar a la paz y recordar cuánto daño puede hacer el imperialismo, certeza que fue ratificada en el XIX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que tiene por sede a Sochi, Rusia.
Luego de escucharse en la sala los testimonios de las víctimas-testigos de hechos de terror, Camilo Hernández, fiscal del Tribunal Antimperialista, uno de los eventos más relevantes del foro internacional y que aconteció durante dos días, aseveró que ningún gobierno posee el derecho de implantar estilos de vida ni de conductas.
En ese sentido argumentó que para eso se tienen los ejemplos de Simón Bolívar, José Martí, Fidel Castro y Ernesto Guevara, eternos líderes; y condenó los gobiernos fascistas, injerencistas, golpistas y las políticas impuestas que promueven el exterminio de los que no piensan como ellos.
“Condénese de inmediato al imperialismo norteamericano”, exigió con vehemencia el joven cubano Camilo Hernández, quien agregó que este fenómeno ha querido detener a la juventud progresista y, por tanto, la lucha por la paz y total soberanía de los pueblos, tribus o naciones no cesará nunca.
Apuntó que lamentablemente las pruebas presentadas en el acto de justicia por los diferentes representantes de los pueblos demuestran que las acciones de los gobiernos imperialistas y fascistas son reales, aunque algunos quieran negarlo u ocultarlo.
El fiscal detalló que entre las evidencias se encuentran las intervenciones y ocupaciones militares a países extranjeros, las desapariciones y asesinatos, las amenazas a líderes y pueblos revolucionarios y progresistas, la incitación continua a conflictos internos y los encarcelamientos de miles de hombres y mujeres luchadores por la paz.
De esta manera cerraron dos jornadas de sesiones y testimonios en el Tribunal Antimperialista, espacio que valida la influencia negativa e injerencista de esta política y que sirve, a su vez, para hermanar a los pueblos.
Sin embargo, pese a la clausura de las sesiones del tribunal, aún hoy se escuchaban en la sala los ecos del testimonio del joven cubano Elián González, uno de los más estremecedores presentados en esta ciudad rusa.
Ni las barreras idiomáticas, para algunos infranqueables, ni las diferencias culturales, han impedido a los integrantes de la delegación cubana adueñarse de cada uno de los espacios, mostrando a todos que un mundo mejor es posible, aún con un poderoso imperio como el de Estados Unidos tan cerca.
Si bien es cierto que apenas duermen, a la mañana siguiente los cubanos -y junto a ellos muchos jóvenes que han abrazado a la delegación de ese país caribeño- cobran nuevos bríos y vuelven sobre sus pasos a los centros de discusión, en los que resuenan una y otra vez los íViva Cuba!, íViva Fidel!, íYo soy Fidel!.
Los hijos de José Martí, tan acostumbrados al eterno verano, han debido lidiar con el frío, que por momentos parece irresistible, pero que poco a poco va cediendo al calor de los debates, tal como ocurrió este miércoles, cuando un auditorio emocionado ovacionó y clamó justicia ante los crímenes del imperialismo.
Como rasgo distintivo de la delegación antillana, además de su contagiosa alegría y ganas de hacer, destaca la presencia en sus prendas de vestir de imágenes del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro; y del Che, y con ellos, la bandera de la estrella solitaria.
Para la mayoría es este su primer encuentro con otras culturas, y ya atesoran disímiles historias si se habla, sobre todo, de los alimentos.
Otros ya han colmado sus agendas de nombres y correos electrónicos; en todos está la huella de esta cita, un encuentro que desde sus inicios convida a unir voces, a promover la igualdad.
Espacio no ha quedado sin que sean muchas las muestras de agradecimiento a Cuba, y ahí está también el respeto, el cariño y el homenaje eterno al Comandante en Jefe Fidel Castro, luz y faro del internacionalismo, de la solidaridad y de la justicia social.
Sochi, la bella ciudad balneario rusa que ha asombrado al equipo de prensa presente en la cobertura del festival por sus flores, por sus dulces y por sus construcciones, es un hervidero de jóvenes de todos los continentes.
Jóvenes que, tal como convidó en la inauguración del evento el presidente de Rusia, Vladimir Putin, crean verdaderos lazos de hermandad
Un reclamo se escucha en Sochi para ampliar el espacio del debate mediante foros juveniles regionales.
Tenemos toda una serie de situaciones que debemos aprender a escuchar y el festival hace que se abran esas posibilidades y, pese a dificultades el foro funciona, declaró Aleida Guevara, hija del legendario Guerrillero Heroico Ernesto Ché Guevara.
Para aprovechar plazas de intercambio como los festivales, nosotros deberíamos pensar en realizar foros regionales, pues de alguna manera debemos romper la desinformación de nuestros jóvenes, comentó.
Por ejemplo, casos como el del joven Santiago Maldonado, un muchacho argentino que desapareció, recordó.
Te imaginas, un país que tiene una historia de más de 10 mil desaparecidos y que de pronto el gobierno de Michel Macri se dé el lujo de asesinar a un joven y que no haya una reacción de verdad de todo el mundo y eso ocurre porque no se informa sobre esos temas, consideró.
Por eso debemos buscar espacios de comunicación, apuntó Guevara.
Hace poco, hicimos algo en el mismo Brasil, aún con Michel Temer en el poder, una actividad que se llamó el primer festival de la utopía, de muchos jóvenes con los que hicimos cosas interesantes, en el sentido de organizar las fuerzas para buscar y luchar por esa verdad, sugirió.
Si comenzamos, será difícil que alguien nos frene y debemos buscar esos lugares y momentos para la comunicación, para la búsqueda de consenso y para marchar hacia adelante, subrayó.
Cuando podemos ocupar el espacio, el nuestro, el internacional, se siente la presencia y la necesidad de los jóvenes de hablar contra el imperialismo, en alusión a los espacios de discusión ofrecidos por el festival en este balneario ruso como el Tribunal Antiimperialista.
En esta sala del tribunal se vieron hechos y cosas extraordinarias muy duras y que la gente fue evaluando por sí mismo y eso es importante, pues hay muchos jóvenes en el mundo que no tienen toda la información.
Pero el festival, de todas formas hace que se abran las perspectivas de comunicación y hay personas que puede después replicar estas cosas en sus respectivos países, es decir, como los argumentos para rechazar los ataques a Venezuela por esta razón, explicó.
Cuando estemos tranquilos en las casas, debemos pensar en un país pequeño como Chipre, con un tercio de su territorio ocupado por los turcos, sugirió.
Además, debemos pensar dónde está el pueblo saharaui, la mayoría en el desierto, en lugares que ni siquiera son sus tierras, pues están refugiados en Argelia porque los marroquíes no los dejan regresar, denunció.