Damasco, 27 oct (RHC) El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados de Siria rechazó un reporte del Mecanismo de Investigación Conjunta (JIM) de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que acusa al gobierno de utilizar sustancias tóxicas prohibidas en Kan Sheikoun.
La cancillería señaló en un documento que ese informe responde a instrucciones de Estados Unidos y los países occidentales para ejercer más presión política contra la soberanía siria.
Desde que se formara el JIM, el gobierno de este país árabe expresó de forma reiterada la necesidad de que ese mecanismo hiciera su trabajo de forma profesional e imparcial, indicó.
Sin embargo –refirió-, la práctica demostró la existencia de una separación entre ese ente y la realidad, “puesto que los estilos de investigación revelaron la hegemonía de los países occidentales”.
Tras denunciar que este informe y el anterior presentados representan una falsificación de la verdad sobre los incidentes de Khan Sheikoun, en la norteña provincia de Idlib, condenó el hecho de que el JIM dependa de los testimonios de los criminales que cometieron el inmoral acto.
Según los investigadores, parcializados con Occidente, el gobierno sirio es culpable del ataque con gas sarín, ocurrido el pasado 4 de abril en Khan Sheikhoun, que dejó un saldo de más de 80 muertos.
Al contraponer sus criterios a esa acusación, expertos rusos señalaron que la bomba detonada con la venenosa sustancia fue activada desde tierra por grupos terroristas y no desde el aire mediante bombardeos.
Luego de enfatizar en que el gobierno sirio no posee sustancias químicas letales prohibidas, la cancillería reafirmó su compromiso con la Convención para la prohibición de armas químicas, al considerar que el uso de este tipo de medios es inmoral y condenable bajo cualquier circunstancia.