Beirut, 7 dic (RHC) El vicesecretario general de la Resistencia Islámica libanesa o Hizbulah, Naim Qasem, considera que el decreto de Donald Trump sobre Jerusalén, enterró la solución pacífica del conflicto israelo-palestino.
El dirigente del Partido de Dios expresó que Estados Unidos reveló lo que tenía bajo la manga con la decisión de reconocer a Jerusalén o Al-Quds capital oficial de Israel, resalta Prensa Latina.
Con ese motivo, Qasem llamó a consolidar la resistencia, en aras de frustrar los planes de la Casa Blanca para Medio Oriente.
Hay que mantener la resistencia en todos los niveles, afirmó.
La polémica decisión de Trump levantó duras críticas y condenas en todo el mundo árabe y de la comunidad internacional.
En todos los planteamientos, hay alertas sobre las consecuencias derivadas de la medida emitida por Washington que favorece la expansión territorial israelí.
Jerusalén o Al-Quds es la capital de Palestina, según los acuerdos sellados tras la guerra de seis días en junio de 1967.
Al término de ese conflicto bélico, Israel multiplicó su tamaño al quitarle a Egipto la península de Sinaí y la franja de Gaza; los Altos de Golán, a Siria, y Jerusalén Este y Cisjordania, a Jordania.
Empero, en negociaciones posteriores, el gobierno egipcio recuperó el Sinaí, aunque los otros territorios quedaron ocupados por Tel Aviv.
La parte oriental de Jerusalén quedó bajo jurisdicción palestina y en esa parte, la más vieja de la ciudad, hay tres monumentos sagrados para las religiones cristiana, judaica e islámica.
Los cristianos conocen que el hijo de Dios vivió y sufrió martirio por la humanidad en las calles de la ciudad, mientras que los judíos oran ante el Muro de los Lamentos al que atribuyen una promesa hecha por Dios de que siempre quedaría en pie al menos una parte del sagrado templo como símbolo de su alianza perpetua con el pueblo.
Y para los musulmanes es la tercera ciudad más importante dentro del Islam, solo antecedida por La Meca y Medina, por la ubicación de la Explanada de las Mezquitas, con los Templos de Al Aqsa y La Roca de la Ascensión.
Los islámicos la estiman un sitio sacro porque Mahoma, el Profeta, ascendió desde allí a los cielos, según El Corán.