Madrid, 22 dic (RHC) Contrario a la opinión mayoritaria de analistas y medios de comunicación, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, negó el fracaso de su estrategia para neutralizar el movimiento independentista en Cataluña.
En una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, sede del ejecutivo central, el gobernante intentó minimizar la victoria de las fuerzas secesionistas en las elecciones celebradas la víspera en la próspera comunidad autónoma del noreste del país europeo.
Convocados por el propio mandatario para 'restaurar la legalidad', tras la proclamación por las autoridades catalanas de una declaración unilateral de independencia, los comicios concedieron a los partidos separatistas la supremacía en el parlamento regional.
Aunque el más votado resultó el centroderechista Ciudadanos (Cs), las tres formaciones a favor de la ruptura con España -Esquerra Republicana, Juntos por Cataluña y la Candidatura de Unidad Popular- revalidaron el control de la cámara autonómica.
Defensores de que Cataluña permanezca en España, el triunfo de los liberales de Cs, sin embargo, les impide encabezar un gobierno, pues junto al resto de los llamados constitucionalistas -Partido Socialista (PSC) y Partido Popular (PP)- no superan a los independentistas.
En su primera valoración sobre los resultados de los decisivos comicios, Rajoy también restó importancia al duro golpe sufrido por su agrupación, el derechista PP, que apenas logró tres escaños en el nuevo parlamento catalán, frente a los 11 de la legislatura anterior.
A su juicio, la aplicación del artículo 155 de la Constitución, mediante el cual asumió el control de Cataluña, cesó a sus autoridades ejecutivas y legislativas y llamó a las urnas de manera anticipada, para nada repercutió en el descalabro de los conservadores.
No puse en marcha el 155 para ganar votos ni por intereses partidistas, lo hice para cumplir mi obligación como presidente, subrayó en alusión a la polémica activación del polémico precepto constitucional, nunca antes utilizado en 40 años de democracia.
'El gobierno sigue adelante, las legislaturas son para cuatro años', enfatizó el mandatario, quien rechazó un adelanto electoral en la nación ibérica ante el revés de su administración frente a la crisis territorial catalana y el éxito de los independentistas.
Manifestó su voluntad de mantener un diálogo 'dentro de la ley' con el futuro gobierno de Cataluña, pero eludió responder a la invitación del expresidente Carles Puigdemont, exiliado en Bélgica, de reunirse con él fuera de España.
Puigdemont aseguró este viernes que los independentistas se habían ganado en los comicios el derecho a ser escuchados, luego de renovar su mayoría absoluta en la cámara regional.
'Ha llegado el momento de dialogar, hay que optar por la política, la receta de Rajoy ha fracasado', indicó el líder conservador durante una rueda de prensa en Bruselas.
con informacion de prensa latina