Lima, 18 ene (RHC) El papa Francisco arriba este jueves aquí para cumplir una visita pastoral hasta el domingo, la primera de un jefe del Vaticano desde que estuvo en suelo peruano Juan Pablo II en mayo de 1988 y en medio de una crisis política por el indulto al expresidente Alberto Fujimori que ha desatado manifestaciones de repudio a esa decisión del gobierno.
El sumo pontífice llegará procedente de Chile al aeropuerto del Grupo número ocho del Callao, de la Fuerza Aérea peruana, donde tendrá lugar la ceremonia oficial de bienvenida, encabezada por el presidente, Pedro Pablo Kucsynski, quien estará acompañado por miembros del gabinete así como altos jefes militares y líderes eclesiásticos, reporta Prensa Latina.
Desde las primeras horas de la madrugada de este jueves se puso en vigor un amplio operativo de seguridad, ensayado en las últimas semanas, con el despliegue de unidades policiales y de las Fuerzas Armadas, que incluye el cierre o limitación de empleo de importantes vías de acceso a lugares clave de la urbe.
El habitual congestionamiento de las horas pico se hizo más complicado la víspera, debido a algunos desvíos y cierres temporales de algunas vías por los preparativos finales para el paso de la comitiva papal.
A esto se unió la persistencia de una ligera y casi imperceptible llovizna en el área capitalina desde el amanecer hasta la tarde del miércoles, algo poco habitual en el clima desértico de Lima, donde los índices de precipitaciones son extremadamente bajos.
Kuczynski inaugurará en la mañana de hoy el Centro Internacional de Prensa (CIP) en Lima, que acogerá a unos dos mil 500 periodistas de medios nacionales y extranjeros que reportarán la visita.
El tema de la seguridad es uno de los puntos clave y de mayor preocupación para los organizadores del recibimiento.
A las unidades especiales de la policía y los militares se unen en estas operaciones miles de efectivos encargados de controlar los lugares donde estará presente el santo padre y las principales avenidas y vías de acceso.
El Ministerio del Interior informó que no se otorgarán garantías para marchas ni movilizaciones durante la estancia aquí del jefe del Vaticano, decisión que provocó malestar en algunos sectores de la población, calificados de minoritarios, que intentaban expresar su sentimiento contrario al ilustre visitante.
Pero el nivel de popularidad de Francisco es relativamente alto en Perú, pues de acuerdo con una encuesta reciente, cerca de 60 por ciento de los ciudadanos cree que es positivo que él venga al país, mientras el mismo porcentaje aprueba su labor al frente de la Iglesia católica y muestra su satisfacción con la visita.
En medio de todos estos preparativos, algunos expertos especulan en cuanto al tono que tendrá la conversación del papa con el presidente Kucsynski, y otros se atrevieron a asegurar en privado que el encuentro sería muy breve, aunque al respecto no se ha informado nada oficialmente.
Hay quien piensa que los repetidos llamados del mandatario a la unidad y la reconciliación con motivo de la llegada de Francisco son una forma de justificar la impunidad, mientras otros piden que se le brinde al gobernante una oportunidad, al menos por unos días, para que la estancia de su santidad transcurra con la mayor quietud posible.
De todas formas el papa arriba a suelo peruano cuando aún están abiertas las heridas por el reciente indulto otorgado al expresidente Alberto Fujimori y las expectativas en torno a la investigación al mandatario peruano, acusado de supuestos actos de corrupción.
Una situación difícil para el santo padre, que de alguna forma se verá en la necesidad de expresar sus criterios sobre la realidad política que viven los peruanos, sus frustraciones y planes de vida.
Cuando se intercambia de cerca con el ciudadano promedio, ya sean periodistas, intelectuales o trabajadores del comercio y el transporte, salta a la vista que parecen estar convencidos de que la visita impactará muy poco en su presente y futuro.