Washington, 27 feb (RHC-PL) El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció la creación de un nuevo grupo de trabajo para enfrentar el consumo excesivo de opioides con receta médica.
La labor de esta estructura se enfocará de manera especial en las farmacéuticas y los distribuidores, puntualizó Sessions en conferencia de prensa.
Según el secretario de Justicia, dicho grupo utilizará todos los recursos penales y civiles disponibles bajo la ley federal para responsabilizar a los fabricantes de opioides por prácticas ilegales.
En los fabricantes y distribuidores de drogas para prescripción médica se centra la principal fuente de fallecimientos por sobredosis, sostuvo.
Unos 64 mil estadounidenses perdieron la vida por el consumo excesivo de drogas en 2016, y esa es la cifra más alta registrada en este país, recordó Sessions.
Añadió que los datos preliminares sugieren que el año pasado el problema fue incluso peor.
La gran mayoría de las muertes es el resultado de analgésicos recetados por opiáceos, heroína y nuevas drogas sintéticas letales como el fentanilo, precisó.
Recordó que Estados Unidos consume gran cantidad de la hidrocodona del mundo y más del 80 por ciento de la oxicodona, dos de los opioides más utilizados como analgésicos.
Utilizamos opiáceos muchas veces más de lo que es médicamente necesario para una población de nuestro tamaño. Millones de estadounidenses viven con una adicción, recalcó.
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el último 26 de octubre la crisis de opioides como una emergencia de salud pública y reconoció que su país constituye el mayor consumidor de esas sustancias en el mundo.
Sin embargo, el mandatario republicano evitó calificar la situación de emergencia nacional, como manifestó inicialmente que haría.
Medios locales de prensa se refirieron entonces al anuncio como una medida parcial, pues una emergencia de salud pública, a diferencia de una nacional, no libera fondos adicionales, sino que depende de los ya existentes para ser redirigidos.
'Nadie ha visto nada como lo que está sucediendo ahora. Como estadounidenses, no podemos permitir que esto continúe. Es hora de liberar a nuestras comunidades de este flagelo de la drogadicción', indicó Trump.