La Paz, 14 mar (RHC) El presidente de Bolivia, Evo Morales solicitó respetuosamente a su homólogo peruano, Pedro Pablo Kuczynski, la entrada a ese país del mandatario venezolano Nicolás Maduro, para participar en la octava Cumbre de las Américas.
Morales envió una carta Kuczynski, donde expresa además su posición sobre la exclusión de Venezuela al cónclave, el cual considera contrario a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y a la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
El primer mandatario boliviano argumentó que esta cita se trata de un evento nacido en el seno de una organización intergubernamental y no una iniciativa nacional propia de la República del Perú.
Por último Evo Morales puntualizó que actuar de otra manera dejará un mal precedente que nos llevará a regular los procesos de integración bajo conductas arbitrarias, intolerantes y unilaterales.
Mientras los dirigentes del comité de organizaciones sociales que alista la cita paralela, pretenden confirmar la invitación de Maduro para la cita social y a todos los demás gobernantes que integran el foro de la VIII Cumbre de las Américas.
La vicepresidenta de la Confederación General de Trabajadores (CGTP), Carmela Sifuentes, precisó que su mayor interés es la presencia de mandatarios progresistas, y refirió que también invitaron a los expresidentes de la región que defienden los intereses de los pueblos.
Ante una pregunta sobre la invocación del presidente boliviano, Evo Morales, al gobierno de Perú, para que desista de negar la invitación a Venezuela, reclamada por 15 países latino-caribeños, los dirigentes coincidieron en que ningún mandatario debe ser dejado fuera de la cita oficial.
El tema fue abordado por la prensa en una conferencia en la que se anunció oficialmente la Cumbre de los Pueblos, que se realizará del 10 al 14 de abril, bajo el lema “Por la articulación Social de Nuestra América” y su programa de actividades.
La convocatoria del evento señala como contexto de ambas cumbres la crisis que vive el país sede por problemas de corrupción que afectan al actual presidente Pedro Pablo Kuczynski –en peligro de ser destituido antes de la Cumbre de las Américas- y casi todos los líderes políticos.
Añade que el marco regional se caracteriza por una contraofensiva de la derecha continental “que pretende relanzar a la Cumbre de las Américas para promover el proyecto neoliberal de la Alianza del Pacífico y los intereses políticos del Grupo de Lima”.
Señala que esos intereses se contraponen a los de los pueblos latinoamericanos y caribeños, expresados en cambio por la Unión de Naciones Suramericanas, la Alternativa de los Pueblos de Nuestra América y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
El comité preparatorio, integrado por las organizaciones del Comando Nacional Unificado de Lucha y otras organizaciones sociales, contará también con la presencia de dirigentes de agrupaciones regionales; así como de economistas y científicos sociales, de Argentina, Bolivia, Chile, Cuba y otros países de la región.
El foro incluirá un Foro por la Articulación Social por Nuestra América que analizará lo que se juega en Perú para la región y en Latinoamérica y el Caribe, con mención de diversas formas de intromisión de Estados Unidos en los países del área.
El significado de la Cumbre de las Américas y el contenido geopolítico neoliberal y conservador que Washington y sus aliados pretenden darle, serán materia de análisis de dirigentes sindicales, políticos, feministas, campesinos indígenas, jóvenes y exponentes de la diversidad sexual.
La Cumbre de los Pueblos aprobará una declaración y en su jornada final, el 14 de abril, hará una gran marcha antiimperialista y un acto por la Unidad Latinoamericana y Caribeña.