Brasilia, 27 mar (RHC-PL) El máximo dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) en el estado de Paraná, Doutor Rosinha denunció como tentativa de homicidio al expresidente Luis Inacio Lula da Silva, el ataque con armas de fuego sufrido por la caravana.
En un mensaje publicado en el sitio web de esa institución, el dirigente petista recordó que actitudes como esa llevaron a Alemania al nazismo y aseguró que semejante tipo de ataques no serán tolerados.
Felizmente nadie resultó herido, señaló Rosinha y subrayó que ese estado del sur del país fue el único de todos los recorridos por la caravana Lula por Brasil (que mañana finalizará su cuarta etapa en la ciudad de Curitiba) en el cual no se dispuso una escolta policial para los ómnibus.
En la tarde-noche de este martes dos ómnibus de la caravana con la cual el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva recorre desde el pasado día 19 tres estados del sur del país, uno de los cuales transportaba a los periodistas que lo acompañan, fueron atacados a tiros entre las localidades de Quedas do Iguasu y Laranjeiras do Sul.
El atentado dejó dos impactos de bala en la carrocería de uno de los buses y un vidrio lateral del otro fue alcanzado de rasponazo. Además, en la entrada de Laranjeiras do Sul fueron colocados clavos torcidos (conocidos como 'miguelitos') para intentar perforar los neumáticos de los colectivos y frenar el paso de la caravana.
Desde Rio Grande do Sul alertamos (de los ataques) a las autoridades, solicitamos apoyo de la policía, pero aun así todavía no tenemos seguridad, denunció por su parte la presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffman.
Hoy, la caravana fue víctima de una emboscada, un atentado. 'Esas personas querían matar al Presidente (Lula)', acusó antes de cuestionar si será necesario tener un muerto para probar que están siendo víctimas de milicias armadas.
Mientras, en un comunicado, la depuesta presidenta constitucional Dilma Roussef calificó de intolerable el atentado a tiros perpetrado hoy en Paraná contra ómnibus de la caravana Lula por Brasil.
La agresión 'es grave y ocurre en un momento difícil' para el país, sostuvo la ex dignataria, quien condenó la inaceptable tentativa de intimidar a Lula y su comitiva con disparos de armas de fuego y agresiones.
Ya no estamos en los años 50 del siglo pasado, o en la dictadura militar, cuando la eliminación física de adversarios políticos era una constante en Brasil y en América Latina. Esa práctica no puede ser tolerada, subrayó.
Dilma ratificó que tales ataques 'no van a intimidar a los demócratas y militantes políticos', y advirtió que 'el fascismo es intolerable y será denunciado por todos los que acreditamos en la justicia social y en la política como instrumento de transformación de la realidad'.
Estaremos denunciando en todos los rincones de Brasil y del mundo esa tentativa torpe de callar a quienes se oponen al arbitrio y al Estado de Excepción en Brasil, aseveró.
Felizmente nadie resultó herido, señaló Rosinha y subrayó que ese estado del sur del país fue el único de todos los recorridos por la caravana Lula por Brasil (que mañana finalizará su cuarta etapa en la ciudad de Curitiba) en el cual no se dispuso una escolta policial para los ómnibus.
En la tarde-noche de este martes dos ómnibus de la caravana con la cual el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva recorre desde el pasado día 19 tres estados del sur del país, uno de los cuales transportaba a los periodistas que lo acompañan, fueron atacados a tiros entre las localidades de Quedas do Iguasu y Laranjeiras do Sul.
El atentado dejó dos impactos de bala en la carrocería de uno de los buses y un vidrio lateral del otro fue alcanzado de rasponazo. Además, en la entrada de Laranjeiras do Sul fueron colocados clavos torcidos (conocidos como 'miguelitos') para intentar perforar los neumáticos de los colectivos y frenar el paso de la caravana.
Desde Rio Grande do Sul alertamos (de los ataques) a las autoridades, solicitamos apoyo de la policía, pero aun así todavía no tenemos seguridad, denunció por su parte la presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffman.
Hoy, la caravana fue víctima de una emboscada, un atentado. 'Esas personas querían matar al Presidente (Lula)', acusó antes de cuestionar si será necesario tener un muerto para probar que están siendo víctimas de milicias armadas.
Mientras, en un comunicado, la depuesta presidenta constitucional Dilma Roussef calificó de intolerable el atentado a tiros perpetrado hoy en Paraná contra ómnibus de la caravana Lula por Brasil.
La agresión 'es grave y ocurre en un momento difícil' para el país, sostuvo la ex dignataria, quien condenó la inaceptable tentativa de intimidar a Lula y su comitiva con disparos de armas de fuego y agresiones.
Ya no estamos en los años 50 del siglo pasado, o en la dictadura militar, cuando la eliminación física de adversarios políticos era una constante en Brasil y en América Latina. Esa práctica no puede ser tolerada, subrayó.
Dilma ratificó que tales ataques 'no van a intimidar a los demócratas y militantes políticos', y advirtió que 'el fascismo es intolerable y será denunciado por todos los que acreditamos en la justicia social y en la política como instrumento de transformación de la realidad'.
Estaremos denunciando en todos los rincones de Brasil y del mundo esa tentativa torpe de callar a quienes se oponen al arbitrio y al Estado de Excepción en Brasil, aseveró.