Ginebra, 5 abr (RHC) China presentó ante la OMC, Organización Mundial del Comercio, una solicitud de celebración de consultas, como parte de su respuesta al incremento arancelario decretado por Estados Unidos sobre 1300 productos suyos.
Las consultas entre las partes son la primera etapa del sistema formal de solución de diferencias, lo cual les da la oportunidad de debatir la cuestión y encontrar una solución satisfactoria sin recurrir al litigio.
China anunció la víspera nuevos aranceles del 25 por ciento a 106 productos importados de Estados Unidos, que incluye la soya, automóviles, aviones y químicos por valor de 50 000 millones de dólares.
El lunes anterior la nación asiática puso en vigor un aumento de gravámenes por tres mi millones de dólares sobre 128 artículos de la nación norteña como el vino, frutas, nueces, la carne de cerdo y el aluminio reciclado.
De acuerdo con sus autoridades, es una manera de contrarrestar el impacto negativo derivado del alza impositiva por 60 000 millones de dólares aprobada el pasado 22 de marzo por el presidente Donald Trump, bajo el argumento de enfrentar presuntas prácticas perjudiciales para el desarrollo estadounidense y robo de propiedad intelectual.
El Ministerio de Comercio confirmó que la acción legal ya está en manos de la oficina de la OMC encargada de dirimir disputas mercantiles.
China cumplió así con su promesa de reaccionar de forma más drástica a la serie de medidas unilaterales y proteccionistas avaladas por el presidente norteamericano, Donald Trump.
También este miércoles anunció nuevos aranceles del 25 por ciento a 106 productos importados de Estados Unidos, entre ellos la soya, automóviles, aviones y químicos por valor de 50 mil millones de dólares.
Estos últimos movimientos se tomaron en defensa de los intereses y seguridad nacional ante la anunciada imposición de tarifas similares y por igual valor contra mil 300 bienes chinos de sectores como el aeroespacial, robótica, maquinarias, equipos médicos, fármacos y material educativo.
Sin embargo, Beijing insistió en el diálogo, las negociaciones y las consulta como la vía para terminar la actual confrontación, tras puntualizar que su contraofensiva arancelaria no tiene ningún trasfondo político.
El lunes anterior la nación asiática puso en vigor un aumento de gravámenes por tres mil millones de dólares sobre 128 articulos de Estados Unidos como el vino, frutas, nueces, la carne de cerdo y el aluminio reciclado.
De acuerdo con sus autoridades, es una manera de contrarrestar el impacto negativo derivado del alza impositiva por 60 mil millones de dólares aprobada el pasado 22 de marzo por Trump bajo el argumento de enfrentar presuntas prácticas perjudiciales para el desarrollo estadounidense y robo de propiedad intelectual.
La escalada de presiones comerciales de Estados Unidos contra China solo ganó hasta ahora un rechazo generalizado en el planeta y avivó temores de otra Gran Depresión originada en su territorio con el consecuente desplome de la economía mundial.