Managua, 3 may (RHC) Los llamados a la paz y el diálogo persisten en Nicaragua, mientras grupos financiados por la derecha, según el gobierno, desoyen el clamor del pueblo por la reconciliación tras los sucesos que provocaron aquí muertes, lesiones y vandalismo.
Este miércoles, cientos de personas salieron a la calles de Managua para insistir en la no violencia y respaldar el diálogo nacional convocado por el presidente de la República, Daniel Ortega, con mediación de la Conferencia Episcopal, reporta Prensa Latina.
El gobierno sandinista agradeció al papa Francisco por su oportuno llamado al diálogo, la concordia y la paz.
Ortega y la vicemandataria, Rosario Murillo, enviaron una carta al sumo pontífice en la cual también muestran gratitud por la labor pastoral del cardenal Leopoldo Brenes.
Murillo agradeció tanto a católicos como a evangélicos las expresiones de apoyo desde sus comunidades, barrios y comarcas en favor del diálogo, la justicia y la paz en Nicaragua.
En tanto, mensajes como 'queremos paz', 'sí al diálogo', 'no a la violencia', son promovidos desde diversos espacios de la sociedad.
No obstante, en algunos puntos de la capital aún se observan marchas opositoras, las cuales responden a intereses de determinados grupos sin base social y que se aprovechan de la violencia para obtener rédito político, acorde con las denuncias del gobierno.
El pasado 18 de abril se desató en este país una ola de violencia protagonizada por dichos intereses en contra de reformas al seguro social.
Frente a ello, Ortega anunció la derogación de las medidas y llamó a un diálogo nacional, con la Conferencia Episcopal como mediador y testigo.
Sin embargo, las tensiones continuaron, lo que para mucho deja claro que las citadas reformas solo fueron una excusa para sembrar el caos y la inestabilidad en el país, a fin de revertir un proyecto social que el sandinismo define como socialista, cristiano y solidario.
(Prensa Latina)