Managua, 11 jun (RHC) Reportes de prensa dan cuenta que tres muertos, entre ellos dos agentes policiales, cuatro heridos y un secuestro fue el saldo del ataque pandillero a una comisaría en el municipio de Mulukukú, en la costa caribe norte de Nicaragua.
Alrededor de 15 individuos encapuchados y con armas de fuego arremetieron contra la delegación de la comunidad Sislao Paraska, en la comarca Pueblo Nuevo, según afirmó la jefa de Relaciones Públicas de la institución, Vilma Rosa González.
El suboficial Martin Exequiel Sánchez, de 39 años, fue secuestrado durante la agresión, que los agentes repelieron, y en la cual también murió un atacante y otros dos resultaron lesionados.
“Nuestra institución policial, en cumplimiento de su misión constitucional, utilizará los medios necesarios, para defender la vida y la integridad física de los policías y demás personas que se encuentren en peligro por estos ataques criminales a las delegaciones”, indicó González.
Hechos similares ocurrieron días anteriores en varios departamentos del país, donde una ola de violencia mantiene en zozobra a gran parte de la población.
La víspera vándalos atacaron la estación de Sébaco, en Matagalpa (centro), con armas robadas el día anterior en una agresión a la delegación municipal de El Jicaral, en León (oeste), donde también retuvieron a tres agentes, liberados este lunes.
En Masaya sujetos que permanecen en los bloqueos de vías asediaron y agredieron las instalaciones policiales, con un saldo de tres heridos, conforme al reporte de las fuerzas del orden.
La policía calificó los hechos de terrorismo y denunció la alteración al orden público, paz y tranquilidad de las familias.
Además, hizo un llamado a respetar la vida humana, la propiedad pública y privada, y el derecho de las personas a la libre circulación en el territorio nacional, ante los bloqueos de vías impuestos por grupos opositores al gobierno.
El Ejecutivo afirmó que la situación de violencia delincuencial que generan grupos políticos de oposición con agendas específicas, constituye una conspiración que viola la Constitución de la República y pretende destruir la seguridad y la vida de las familias nicaragüenses.
La crisis estalló el 18 de abril contra reformas al seguro social, más tarde derogadas, pero que no detuvieron las protestas, a las cuales se sumaron otras demandas políticas.
Grupos violentos identificados con sectores de la derecha en Nicaragua, atacaron el hospital de Nueva Guinea, en la Costa Caribe Sur, destruyendo a su paso, instalaciones de la unidad, además robaron una ambulancia, una camioneta y una moto.
Este no es el primer centro de salud, que atacan quienes protestan de manera violenta contra el gobierno legítimo de Daniel Ortega, recientemente, estos grupos de derecha también irrumpieron en el Hospital Alemán Nicaragüense, en Managua, donde saquearon, dañaron la infraestructura y amenazaron de muerte a todo el personal, reseñó el domingo en la noche el portal La Voz del Sandinismo.
El Hospital Humberto Alvarado, de la ciudad de Masaya, también fue afectado por los manifestantes violentos que ingresaron a la edificación con armas para intimidar y violentar la seguridad de las personas hospitalizadas.
Los grupos opositores también han secuestrado ambulancias, vehículos del Ministerio de Salud, y no han permitido la libre circulación de las diferentes unidades de salud públicas y privadas y el traslado de pacientes, en todo el territorio nacional, en el marco de sus protestas violentas.
Este lunes se cumplen 55 días de la violencia política desatada en Nicaragua por grupos vandálicos al servicio de la derecha que protestan en contra del gobierno de Daniel Ortega.
El 18 de abril estalló, en las calles de Nicaragua, una ola de protestas de calle y acciones violentas contra reformas del gobierno al seguro social. Aunque las medidas fueron derogadas, los enfrentamientos no cesaron.