Las medidas de seguridad fueron estrictas, aunque se respiraba un clima de jubileo en todo lugar; los ciudadanos se alinearon en las grandes avenidas de Addis Abeba cantando, usando maquillaje con símbolos eritreos y etíopes, mientras otros vestían camisetas con imágenes de Afwerki y del primer ministro, Abiy Ahmed.
Durante su estancia, se espera que el primer mandatario recorra el emblemático Parque Industrial Hawassa, construido por la Corporación de Construcción de Ingeniería Civil de China, y se prevé la reapertura de la embajada de Eritrea, que estuvo cerrada durante casi 20 años.
Ahmed hizo una visita similar a Asmara el pasado fin de semana, momento en el que recibió la bienvenida del jefe de Estado y de una multitud de pobladores, eufóricos por el histórico acontecimiento.
Las visitas ocurren en un mes de rápidos cambios, desde que el Comité Ejecutivo de la gobernante coalición, Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope, decidió el 5 de junio aceptar totalmente el acuerdo de paz de diciembre de 2000 entre los dos países.
El pacto puso fin al conflicto armando causante de la muerte de casi 80 mil personas.
Los representantes de ambas naciones firmaron el lunes una declaración de paz, y acordaron la implementación del documento, conocido como Acuerdo de Argel, así como la reanudación de los lazos diplomáticos y económicos.
Según expertos, Eritrea está ansiosa por terminar con su aislamiento de la región del este de África, mientras Etiopía, un país sin litoral, está considerando la larga costa del vecino territorio como una salida alternativa para su economía de rápido crecimiento.
Actualmente, se realiza alrededor del 95 por ciento del comercio exterior a través del puerto de Djibouti.
La aerolínea Ethiopian Airlines ya anunció que comenzará los vuelos a Asmara el 18 de julio, los primeros de una compañía aérea etíope en dos décadas; las líneas telefónicas también se restablecieron a principios de esta semana.(Fuente:PL)