Brasilia, 20 ago (RHC) Militantes de movimientos populares brasileños que reclaman del Supremo Tribunal Federal (STF) que haga justicia y libere al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva completan este lunes tres semanas en huelga de hambre.
Pese a mostrar claros signos de que su salud está debilitada y frágil, los huelguistas pretenden mantener el ayuno hasta que el STF juzgue sendas acciones declaratorias de constitucionalidad que cuestionan la posibilidad de prisión tras condena en segunda instancia, un asunto que la presidenta de esa Corte, Carmen Lúcia, se rehúsa a discutir, refiere Prensa Latina.
De acuerdo con el periódico Brasil de Fato, desde el pasado día 17, Frei Sérgio Görgen, Rafaela Alves, Luiz Gonzaga, Jaime Amorim, Zonália Santos, Vilmar Pacífico y Leonardo Soares pasaron a utilizar sillas de ruedas y camas hospitalarias.
Algunos de ellos, detalló, ya perdieron 10 kilogramos de peso, sufren alteraciones constantes en los niveles de azúcar en sangre y frecuentes caídas de la presión arterial y de la temperatura corporal.
El pasado viernes, tres de los huelguistas -Jaime Amorim, Rafaela Alves y Vilmar Pacífico - fueron recibidos por José Carvalho, jefe de Gabinete del ministro de la Corte Suprema Gilmar Mendes, y por la asesora Mirian Welker, los cuales evitaron asumir cualquier compromiso respecto a la demanda de los militantes.
En la audiencia, Amorim reiteró que 'el Supremo es responsable por nuestras vidas; si uno de nosotros muere no queremos cremación, queremos ser velados y enterrados frente al STF'.
Dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y miembro de la Comisión Internacional de la Vía Campesina, al iniciar el ayuno Amorim explicó en una misiva que con ese acto extremo pretenden además denunciar el retorno de la pobreza como consecuencia del golpe jurídico-parlamentario que hoy gobierna el país.
Estamos en Brasilia en huelga de hambre por tiempo indeterminado como forma de protesta política, teniendo como condición básica la libertad del presidente Lula y para que éste pueda ser candidato a presidente en las elecciones de octubre de este año, explicó.
Se trata de un sacrificio para sensibilizar a las autoridades y evitar mayores prejuicios a la sociedad y a los más pobres, y en defensa de la sufrida democracia brasileña, que cuando se establece un gobierno con un programa vuelto a la construcción de Brasil como nación es golpeada por los intereses internacionales del capitalismo, agregó.
Amorim insistió en que para la restauración de la democracia, del Estado de Derecho y de las garantías constitucionales, es fundamental la libertad del ex presidente Lula, sometido a una serie de injusticias y fraudes procesales, preso político e impedido de ejercer libremente su defensa y hacer campaña electoral.
La semana pasada, los militantes de movimientos populares del campo y la ciudad que realizan el ayuno fueron visitados por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien intercedió ante la presidenta del STF para que éste los recibiera y escuchara sus demandas.
El Nobel argentino reveló que en el encuentro con la ministra Carmen Lúcia 'hablamos, lógicamente, por la libertad de Lula y pedimos que tomen conciencia de que es un preso político reconocido incluso como tal por las Naciones Unidas'.
(Prensa Latina)