La Paz, 24 ago (RHC) El ministro boliviano de Justicia y Transparencia Institucional, Héctor Arce afirmó que la sentencia de La Haya sobre la demanda marítima debe marcar el inicio de una nueva etapa de las relaciones con Chile.
Al ofrecer una conferencia sobre el tema en el departamento Tarija, Arce llamó a “esperar con tranquilidad esta sentencia” la cual marcaría entendimiento a través del diálogo y concertación con el vecino país.
El titular declaró a la Agencia Boliviana de Información que La Paz espera que entre septiembre y octubre la Corte Internacional de Justicia falle sobre la demanda interpuesta en 2013 a Chile para negociar una salida soberana al océano Pacífico.
Bolivia apela al artículo 31 del Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá, vigente desde 1948) y cita una decena de compromisos escritos asumidos por altos representantes chilenos entre 1920 y 2010 para negociar ese pedido.
Chile, a su vez, tras invadir en 1879 el entonces puerto boliviano de Antofagasta y ocupar con sus tropas 120 000 kilómetros cuadrados de territorios sobre una línea costera de 400 kilómetros, afirma, basado en el Tratado de 1904, que no hay nada pendiente sobre el tema.
Mientras artistas, intelectuales, activistas culturales, académicos e iquiqueños en general, reviven desde la caravana de la amistad hacia Oruro, Bolivia, en el 60 aniversario de este anhelo de integración.
Primero fueron los bolivianos que llegaron a la norteña ciudad de Iquique el 20 de mayo de 1958 y luego, chilenos que viajaron hasta Oruro, en lo que entonces pudo considerarse hazañas de ambos pueblos.
Sin carreteras y por caminos angostos, cientos de ciudadanos de las ciudades fronterizas de Oruro e Iquique hicieron posible las proezas y dieron vida a lo que fue conocido como “Caravanas de la Amistad”.
Un hecho diametralmente opuesto al contencioso que sostienen ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya los Gobiernos de Chile y Bolivia, en un reclamo del país del altiplano de una salida soberana al mar.
Los impulsores de la iniciativa recalcaron que las motivaciones ahora no son las mismas que en 1958, cuando se trataba de relaciones comerciales. La integración y diálogo cultural, es el eje.
Este hito histórico, político y social está en el imaginario de los antiguos habitantes de ambos territorios, pero -a pesar de su trascendencia-, no es masivamente conocido por las comunidades locales ni por las nacionales, señalaron.
Loreto González y Alejandro Alvarez, integrantes del colectivo organizador de Caravana 60, destacaron que la idea es exponer que ante un conflicto surgido principalmente desde las capitales, las regiones cuentan con historias y experiencias comunes.
Asimismo, las dinámicas de convivencia cotidiana son diferentes al diálogo cupular y mediático que tienen los estados, respecto de los ciudadanos que residen en otros territorios del país, como opinión pública, puntualizaron.
La Municipalidad de Iquique y de la Universidad de Tarapacá, ofrecen su apoyo institucional, mientras que en Oruro lo lideran gestores culturales y la Universidad Técnica de la urbe boliviana.
El trayecto arrancó desde la Plaza Prat, de Iquique, con destino a Oruro, pasando por Huara y Colchane, con más de 100 personas como parte de la caravana.